Rubicón

Ese era el nombre del río en el cual, en el año 49 a.C., Julio César pronunció la frase «alea iacta est» («La suerte está echada»). Se disponía a cruzarlo e iniciar una guerra civil en Roma.

Desde ello, la frase «cruzar el Rubicón» es sinónimo de «lanzarse irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias».

Con todas las herramientas actuales para medición de mercados, creo que ese riesgo ha sido reducido. Ya nos estamos quedando sin excusas para cruzar nuestro Rubicón.

Por lo menos a Julio César le salió bien. Y yo no me quejo.