Una cosa es el trabajo mecánico y otro el creativo

Como empresario he enfrentado muchas veces la paradoja de buscar gente creativa cuya productividad termina siendo medida por la cantidad de instrucciones que siguen al pié de la letra.

Y es paradójico porque se deben medir distinto.

El trabajo mecánico debe ser compensado por mejoras en la velocidad y calidad. El ejemplo clásico es el operario de una línea de producción, cuya labor es seguir al pie de la letra las instrucciones. De hecho, un «exceso de imaginación» en sus labores puede retrasar la línea y comprometer la eficiencia y la calidad del resultado final.

Pero otra cosa es el trabajo creativo, que sólo puede ser evaluado en términos de resultados. Es el trabajo basado en proyectos, del cual ignoramos las instrucciones pero conocemos el resultado esperado. Las personas que tienen bajo su responsabilidad trabajo de este tipo deben tener un gen creativo evidente y capacidad de ejecución.

“a los creativos se les debe evaluar por cumplimento de proyectos en términos cualitativos”

Lo sorprendente es que sigamos evaluando la creatividad con métricas de eficiencia. ¿Mi propuesta? Así como a los vendedores se les evalúa por cumplimiento de metas y a los operarios por eficiencia, a los creativos se les debe evaluar por cumplimento de proyectos en términos cualitativos. Hacerlo en términos cuantitativos volvería a ponerlos en el mismo rasero que el operario.