10 Ago 2017
No rompas la cadena: la otra cara del Costo Hundido
Hace unos días reflexionaba sobre la falacia del Costo Hundido, según la cual nuestra toma de decisiones se condiciona más por lo que hemos invertido que por lo que podríamos ganar: no compramos un nuevo auto porque, aunque el viejo ya está fallando, le hemos invertido mucho dinero. No nos divorciamos porque esos 15 años han requerido mucho tiempo y esfuerzo, aunque ya sea un infierno. No abrimos ese restaurante que soñamos porque ese título y esa maestría se irían a la papelera de reciclaje. Así, mil ejemplos más.
En general, condicionamos nuestro futuro a lo que sentimos como «inversión» en el pasado.
Pero hay una forma distinta de verlo: el Costo Hundido nos puede ayudar a persistir en nuestras ideas y no abandonarlas tan fácil. Y esa es la técnica de Jerry Senfield.
Jerry (sí, el cómico proagonista de Senfield) cuenta que tiene un gran calendario que usa para presionarse a escribir. Lo que hace es marcar una gran X con un marcador rojo por cada día que escriba; como el calendario está en un lugar muy visible de su casa, todos los días se ve presionado a no dejar un espacio en blanco, a no romper la cadena de Xs.
Muchos dicen que ha sido la técnica de productividad que más les ha servido, lo cual tiene sentido: el peso visual de la cadena de X genera una especie de interés compuesto en nuestro balance, y que con un solo día se podría perder.
Aquí está la explicación (súper simple) de Jerry Senfield.
Aquí hay un calendario para imprimir (con generador de fechas y todo)
Y aquí una herramienta en línea (de miles que hay)
El haber invertido mucho en una idea, hace que persistamos en ella, y ese es el lado bueno de la falacia del Costo Hundido.
28 Oct 2019
Indefinidos
Todo el mundo quiere este producto.
A nadie le gustó esta funcionalidad.
Hubo muchos comentarios negativos.
Pero casi todos dijeron que querían algo así.
«Todo el mundo», «nadie», «muchos», «casi todos» son adjetivos indefinidos. Y es necesario limitar su uso en la conversación corporativa.
Si nuestro trabajo es tomar decisiones o dar la información que sea necesaria para que alguien más las tome, no los usemos.
Los adjetivos indefinidos son anecdóticos, no factuales.
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