8 Sep 2022
Thoré
Al notar algo familiar en el cuadro colgado a gran altura, Théophile Thoré-Bürger pidió una escalera al personal de la galería Dresdner. Después de auscultar la firma escondida en la esquina, sentenció:
–Es un Vermeer, no un van der Meer.
Corría 1859, y habían pasado dos siglos después de que el genio holandés pintara En la casa de la alcahueta. La pintura había sido confundida por la firma con otro desconocido paisajista, y estaba refundida en una galería.
Entusiasmado con el descubrimiento, Thoré se lanzó a la búsqueda de la obra de Johannes Vermeer, quien reunió todos los clichés de artista revolucionario, incomprendido y reconocido solo después de su muerte.
Logró encontrar 23 en colecciones privadas y sótanos de museos, dos tercios de la obra conocida del artista, y en sus escritos lo comparó con Rembrandt, Hals y otros grandes.
Años más tarde defendió a Edouard Manet con su naciente impresionismo.
Ambos genios: el descubridor y el descubierto.
En su Espejos, el uruguayo Eduardo Galeano habla sobre Vermeer el descubierto (resurrecto para él):
24 Sep 2022
Modelo de Guantes Enfadada
En New York, en medio de la Gran Recesión, una mujer relativamente adinerada pidió consejo a una médium sobre donde invertir su dinero para hacer un poco mejor al mundo.
Durante su trance la médium fue poseída por Sudah, un espíritu de la Atlántida, quien a través suyo advirtió sobre un físico que trabajaba en una fórmula para el movimiento perpetuo, el futuro de todas las invenciones. A él debía entregar su dinero y su libreta de contactos.
Super Utilities, la empresa del físico, recaudó casi 10 millones de dólares de las donaciones de Helen Ressler y sus amigos. El caso llegó hasta el Fiscal General de los Estados Unidos, quien decidió adelantar investigaciones.
El caso fue a juicio. Los presuntos estafadores (la médium y el físico) solo recibieron una reprimenda, y mágicamente desaparecieron después. Nunca se supo más de ellos.
Aquí está la historia completa, llena de detalles de humana poesía:
La búsqueda de Helen por algo mejor para un mundo sumido en el caos financiero.
La identificación entre dos mujeres tratadas mal por el patriarcado: una expulsada de la iglesia que ayudó a formar, infamada por yacer con el varón de mayor rango; y la otra, exitosa modelo de guantes, tratada mal por la prensa (el titular de esta historia en los medios fue «Glove Model Upset: She Invests in Master and Complains of No Dividends«).
Las posibilidades del movimiento perpetuo: aviones que viajan a más de dos mil millas por hora, refrigeradores que no consumen un vatio de energía, sanación, transporte etéreo de la imagen.
El esfuerzo del estado por fiscalizar el límite siempre móvil entre el sueño y el fraude (que en esta ocasión era lo segundo). La torpe asimilación a esquemas piramidales, de los cuales recién Ponzi había sido acusado.
La defensa en las cortes de la existencia de la Atlántida, la transfiguración de las almas antiguas, el movimiento perpetuo.
La humanidad, que cuando de crear historias mejores que la ficción nunca decepciona.