Apofenia

Cuando estamos expuestos a información masiva (de datos, de sucesos, de noticias, de trivialidades e irrelevancias) nuestro cerebro no resiste la tentación de intentar conectar esos sucesos, de buscarles significado.

Queremos que todo esté conectado.

Queremos que todo signifique algo.

Que las correlaciones sean causas, que las trochas sean caminos y que la razón se amañe a nuestra intuición.

Con la facilidad de acceso a mercados masivos de datos, creer que una moda es tendencia es una tentación difícil de eludir.

Las nubes con forma de animales no son animales, son nubes: para que exista significado hay que enmarcarlo en conocimiento. Y esa tentación debe convertirse en una tarea: confirmar, descartar o profundizar.

Ya nos entrenamos en acceder a la información. Ahora solo queda convertirla en conocimiento.