Decencia

Esta semana un político de mi país cometió un acto inmoral (una afirmación que parece puede leerse en cualquier momento y en cualquier lugar). Estaba relacionado con el alcohol (que es legal) y la prostitución (también legal).

Francamente, nada de ese suceso me interesa.

Lo que me pareció notable fue la gimnasia argumentativa que desplegó en su fallido intento por ganar el favor de su público.

Lo patético del hecho me hizo recordar esta frase del Nobel sudafricano…

Nunca debí haber permitido que se abrieran las puertas del pueblo a quienes afirman que existen valores más altos que la decencia.

Coetzee, J.M., Esperando a los bárbaros (1980)

Supe ahí que yo transaría mil veces moralidad por decencia.