Escucha al ruiseñor, no me escuches a mí

Leonard Cohen habló con The New Yorker unos días antes de morir…

Lo único que impide que produzca a toda máquina es la condición de mi cuerpo.

Hay veces que solo quiero descansar. Es como «hombre, estás perdiendo mucho peso; estás muriendo, pero no es necesario que cooperes con tanto entusiasmo en el proceso».

Ya me hice cargo de mis asuntos y estoy listo para morir. Espero no sea incómodo.

Hay mucho material que no dejé listo. Hay canciones a la mitad que no son tan malas.

«Escucha al ruiseñor, cuyas alas no ves.
Escucha al ruiseñor, no me escuches a mí.
Escucha a la mente de Dios, quien no necesita ser.
Escucha a la mente de Dios, no me escuches a mí.»

En fin, están a la mitad. No creo ser capaz de acabarlas.

De pronto tenga una segunda oportunidad, quién sabe.

Leonard Cohen on Preparing for Death

Listen to the hummingbird
whose wings you cannot see,
listen to the hummingbird —
don’t listen to me.

Visto en The Marginalian