Hazme una parodia, por favor

Puede ser impresion mía, pero creo que antes de Internet, a ninguna empresa le causaba mucha gracia que le hicieran alguna parodia acerca de sus productos o servicios. Y ahora me parece que las estimulan para obtener publicidad gratuita.

Ya había escrito antes sobre la parodia del iPhone. Pero con YouTube (con más de 100 millones de videos al día) la cosa es a otro precio.

En su blog, BL Ochman nos recuerda como un joven realizador publicó en YouTube una parodia del famoso comercial de los caramelos GOAL. El anuncio original era mucho más logrado, pero lo importante era encontrar un usuario que se tomara la molestia de parodiarlo y subirlo a Internet.

BL afirma:

Las compañías deberían estar abrazando a los clientes evangelistas que gastan su tiempo y talento en hacer parodias como éstas.

Creo que ha llegado el momento de que las grandes empresas opten por hacer parodias —benignas— de sus productos, tal como el Big-ad, del que hablamos hace poco, y buscar distribuciones virales.

¿O más bien deberían incentivar a los “clientes evangelistas” para que ellos hagan el ‘trabajo sucio’?