Hottentot

«Si eso es arte, yo soy un Hottentot», dijo Harry S. Truman en 1947 cuando vio la exposición de obras expresionistas compradas por el Departamento de Estado. La obra a la que se refería era «Chica de Circo Descansando» de Yasuo Kuniyoshi (1931).

Resulta que Hottentot es una ofensa.

Y que para la época en el gobierno de Estados Unidos estaban preocupados por su imagen poco vanguardista en términos culturales y -cómo no- por las reacciones al nuevo arte por parte de su propio presidente:

Este filisteísmo, combinado con las denuncias histéricas de Joseph McCarthy de todo lo que era vanguardista o heterodoxo, era profundamente vergonzoso. Desacreditó la idea de que Estados Unidos era una democracia sofisticada y culturalmente rica. También impidió que el gobierno de Estados Unidos consolidara el cambio de supremacía cultural de París a Nueva York desde la década de 1930.
Para resolver este dilema, se recurrió a la CIA.

Modern art was CIA ‘weapon’, Independent (1995)

Ahí la CIA decidió instrumentalizar el arte. El Expresionismo Abstracto fue el arma de elección, y Jackson Pollock, Robert Motherwell, Willem de Kooning y Mark Rothko fueron involucrados en una batalla cultural de la cual posiblemente ni cuenta se dieron.

El artículo completo de Independent (que es una historia fascinante) lo puse a continuación. El enlace original es volátil en su acceso, por lo que decidí bajarlo al siguiente PDF.