¿Para qué inventar lo que ya está inventado?

¿Para qué inventar la rueda?Mi formación académica inició como Ingeniero de Sistemas, y como típico programador no me gusta nada de lo que han hecho los demás. Siempre quiero hacerlo todo de nuevo, hacerle los cambios que a mí me parecen relevantes, aunque toque empezar de cero.

Esta forma de hacer las cosas la tuve que abandonar cuando vi su absoluta incompatibilidad con el mundo empresarial.

Si todo lo que vemos lo queremos volver a hacer desde cero vamos a ver cómo todo el mundo se nos adelanta…  personas que eligen el camino del pragmatismo y la eficiencia.

De hecho, empezar en donde han terminado otros es una forma mucho más eficiente de dar inicio a un proyecto emprendedor. Y no sólo más eficiente: es mucho más económico.

Ahora, antes de empezar cualquier desarrollo o producción, mi primera pregunta es: ¿alguien lo hizo antes?

Y como casi siempre la respuesta es «sí», continúo: «¿Podemos usar lo que ya está construído?; ¿Cómo podemos mejorar lo que ya se hizo?».

Esas preguntas me han ayudado a evolucionar muchísimas ideas que desde mi «cerebro de programador» tenían que tener un final «perfecto». Ahora ya creo que «excelente» (que es un poquito menos) es una buena medida.

Y ahí está mi «cerebro empresarial» funcionando.

 

Este es el punto #6 de mi conferencia 40 cosas que he aprendido construyendo una comunidad virtual de +150.000 profesionales.