La falacia de la Sabiduría de los Mercados

El mercadeo tradicional dicta que debemos aprender a escuchar la voz de las mayorías. Según esta premisa debemos asumir que cada individuo toma decisiones independientemente de la opinión de los demás.

Y esto no es cierto.

Por ejemplo, es poco probable que uno escuche una canción porque la descubrió en un añejo repositorio musical. Pero es mucho más probable que la escuche si un amigo/conocido se la ha referido o la ha escuchado en los medios.

La Ventaja Acumulativa con la que parten los productos (artistas en nuestro ejemplo) es asombrosamente más poderosa en términos de penetración de mercado. Y pelear con ello es complejo, y caro.

Por ello, si no contamos con dicha ventaja (ni con su inmenso presupuesto), mi consejo es utilizar técnicas para capturar «cazadores de joyas» que rieguen la bola y cuenten a los demás acerca de nuestro producto.

¿Cómo cazar a un «cazador de joyas»? Eso es otro tema. Pero es la forma correcta de voltearle la torta al mercadeo tradicional.