System Fail

El capitalismo alienta a crear cosas que la gente necesita. En esa transformación de materia prima (cemento, una fruta o una idea) se genera valor. Cuando hay valor se pagan impuestos que vuelven a la gente para suplir necesidades.

Con nuevas necesidades, la gente busca cosas mejores, alguien las suple creando o transformando, se genera valor y así el círculo virtuoso se reinicia.

El sistema que controla al capitalismo está roto porque no impide que algunos extraigan más valor del que crean, ni que se use el poder para que los impuestos se desvíen. Como consecuencia la gente sigue con las necesidades originales, y el progreso se detiene.

La gente no ha fallado. Ha sido el sistema. No son los piñones, sino el ritmo y la alineación.

La historia nos muestra que la gente es resiliente y los sistemas se depuran con el tiempo; lo que no se puede es dejar de generar valor, porque en él está el antídoto que lleva a esa depuración.

Lo repito: la creación y la transformación son la cura que va mejorando al capitalismo, y no puede dejar de fluir.

Qué proceso tan lento y ruidoso.