Esta es una de las caricaturas del libro de un personaje que creé hace algunos años para hacer un poco más amable las comunicaciones de Actualícese con el Contador Público, nuestro público objetivo.
Su presencia en las Redes Sociales fue un éxito rotundo: en solo 6 meses obtuvo en Twitter más de 13 mil seguidores, y en Facebook más de 12.000.
Pero en ventas (saqué un libro con la compilación de muchos de sus chistes) las cifras fueron penosas. De hecho, cada vez que alguien me dice que lo compró, le pregunto «¡Ah, entonces fuiste tú!». 😉
Al parecer, este tipo de personajes tan casuales generan dinero en un esquema de desarrollo de negocios profesional, y no lo hace como un esfuerzo ocasional. La consistencia, como siempre, es el factor determinante.
–¿A cuánto el caballo? –No se vende –Pero tiene código de barras –Es una cebra –Por eso, ¿se vende o no?
Dirigir a un equipo como el de Actualícese es un gran reto… el calibre de los talentos que ahí reunimos me da para mantenerme entretenido permanentemente: investigadores inquietos, editores juiciosos y celosos de su trabajo, progamadores desquiciados, agentes de operaciones meticulosos y equipos creativos de mercadeo y ventas de los cuales a veces dudo de su cordura, todos me dan motivos para sentirme orgulloso y retado permanentemente.
Pero una de las cosas que más dificultad me ha causado últimamente es comunicarle a nuestros usuarios el ritmo de innovación que llevamos. Y no solo con tecnología (que ya es bastante), sino en el esquema organizacional que soporta una operación tan compleja (surtimos soluciones a más de 300.000 abonados diariamente) y que mantiene su espíritu ágil y moderno.
“Un contador que no esté al día puede terminar metiendo la pata funestamente y comprometer así su dignidad profesional”Tweet This
“Si todo es urgente, dejan de escucharnos. Si todo es postergable, también.”Tweet This
“al contador público no lo beneficia el caos y la improvisación”Tweet This
Este año no será fácil. Ya lo anuncian los medios, lo vaticinan los expertos y lo empieza a sentir nuestro bolsillo. Pero en medio del complejo panorama que se avecina, la Contaduría Pública podría ser una de las profesiones menos afectadas si se hacen las cosas bien.
Permítame una anécdota personal para darle contexto a mi argumento. Después del ajetreo de fin de año, que especialmente en actualicese.com es MUY alto por el denso contenido editorial que elaboramos por esos días (y porque a los de mercadeo les dio por inventarse una Ancheta Navideña Contable que se agotó a los dos días de lanzarla), un fuerte virus se apoderó de mí. «Es de esos virus que anda», diagnosticó coloquialmente el médico. «En tres días estará listo». Pues no: fueron 6 días horrorosos que me impedían leer más de 140 caracteres sin necesitar una siesta.
Pero tuvo algo bueno: como físicamente no podía trabajar («a ver si al menos así descansa» decía mi esposa), estuve muy inmerso en las redes sociales.
¡El contador era el centro de la discusión!
Y ahí, sin querer queriendo, sin ser «trending topic» («tema de moda» o algo así), el Contador Público era protagonista de las discuiones. Durante un par de días, en medio de comentarios mordaces y memes atacando al gobierno por las filtraciones de la reforma tributaria, era constante comentarios del tipo «los contadores deben estar felices». «Ahora sí les llegó trabajo». «Lo de poner a declarar los que ganan más de 1.8M/mes es una dicha para los contadores».
Algunos me preguntaron por twitter acerca del tema. Y bueno, la respuesta lamentablemente es ambigua: si y no. Debí explicar que al contador público no lo beneficia el caos y la improvisación, y que lo que puede verse como una carga de trabajo que genera ingresos, seguramente en la realidad se convierta en una carga extra de trabajo que no será remunerada justamente. Que el contador necesita sacar de su presupuesto toda su capacitación (algunas empresas lo asumen sí, pero son la excepción, no la regla), y que la Dirección de Impuestos Nacionales no es nada considerada en términos tecnológicos: con una plataforma obsoleta que no provee la mitad de los servicios que son requeridos por las empresas para su gestión tributaria diaria, sumada a una pésima gestión de los picos de concurrencia tecnológica que una entidad tan importante del estado debería proveer, el contador realmente es más una víctima de la DIAN que un usuario privilegiado de sus servicios. Las horas de trasnochos subiendo archivos a la DIAN no son pagadas por nadie.
Pero dejemos de quejarnos, porque sí hay oportunidades, tampoco hay que ser ciegos.
Y para que esas oportunidades generen dinero o una mejor posición en la jerarquía empresarial, se necesitan tres cosas:
1. Aprender a comunicarnos con nuestros jefes o nuestros clientes.
Hacer entender la urgencia de un plazo tributario o la necesidad de un cambio profundo en los procedimientos corporativos a causa de los Estándares Internacionales requiere de tino, buena redacción, carácter (sobre todo esto: carácter) y sentido del tacto para que nos tomen en serio . Si todo es urgente, dejan de escucharnos. Si todo es postergable, también. Si nos comunicamos bien (por email, verbalmente, a través de medios formales), nos tomarán en serio.
2. Actualizarnos sin pausa
«Si claro», dirán… «como es de actualicese.com querrá que le compremos todos los cursos y libros». Otra vez, sí pero no. O sea, sí quiero que lo compren, pero ya lo he repetido varias veces en diversos escenarios: con el contenido gratuito que publicamos a diario es suficiente para estar al día… solo hay que estar pendientes. Mi punto aquí es que el Contador Público, junto a los galenos, están en una de las pocas profesiones en donde una omisión de actualización profesional puede sacarlo del mercado. A un pintor pueden no importarle las técnicas más innovadoras, porque puede dedicarse a los clásicos; un matemático puede pasar su vida dándole vueltas a Ecuación de Fermat; un economista puede sacar conclusiones de estudios antiguos para generar nuevas teorías, sin tener que ir por años a seminarios de actualización.
El contador no. El contador necesita estar al día, ya sea por medios gratuitos (mucho mejor, y en esta página estamos a la orden) o pagando (mejor si lo paga su empresa). Un contador que no esté al día puede terminar metiendo la pata funestamente y comprometer así su dignidad profesional. Actualización, actualización, actualización.
3. Cobrar lo justo
Qué le vamos a hacer: la contaduría cuenta con el índice más alto de «buenagentés» per cápita en la industria nacional de servicios. Pocos colegas cuentan con una tabla de honorarios (paradójico, dado que somos tan buenos con las tablas en Excel), y muchos menos tienen idea de cuánto pedirle a su amigo por decidir si se somete al IMAN o al IMAS, o para darle un consejo estructurado de cómo manejar sus gastos para que estos terminen siendo deducibles. Y eso si no contamos la competencia desleal, que también es un caso común pero que en mi opinión, obedece a fuerzas del mercado igual de poderosas a las que nos impiden cobrar una hora adicional por el trabajo que supone hacer esa declaración válida ante la DIAN.
En fin, son muchas oportunidades que el Contador Público puede capitalizar en el turbulento escenario normativo que plantean estos tiempos. Pero sin desarrollar esas tres habilidades, difícilmente se podrá.
Creo que esto merece una discusión más amplia… mientras tanto… ¿que cree usted? ¡Escríbamelo en los comentarios!
“las personas no solo pagan por los contenidos, sino por el prestigio de quien le certifica”Tweet This
“¿qué es más fácil? ¿Que el contador destine más dinero para educarse o que la educación sea más barata?”Tweet This
“La algoritmia y la programación son experticias complejas, pero extremadamente útiles, y son compatibles al 100% con el pensamiento contable”Tweet This
“La combinación algoritmia + pensamiento contable es absolutamente ganadora, no tengo la menor duda”Tweet This
“aprender a programar es aprender a pensar”Tweet This
“Ya Excel y sus sumas no es lo único que usamos: ya estamos usando prinicipios de Business Analytics y Data Warehousing”Tweet This
“con esto pondremos al profesional de la Contaduría en el lugar que se merece en la jerarquía organizacional”Tweet This
“para uno saber si algo es adecuado, debe tener un profundo conocimiento de los procesos del negocio y la forma como deben estar modelados”Tweet This
“Cualquier formación en tecnologías de punta impartida en las aulas acabará estando desactualizada al momento de que el profesional la aplique en su trabajo del día a día”Tweet This
En el marco del Primer Congreso Internacional de la Contaduría Pública, en Pereira, Colombia, me invitaron a hacer una ponencia sobre el futuro de la educación del Contador Público. Esta fue la ponencia… y abajo, la transcripción.
Transcripción
En actualicese.com hemos estado luchando en los últimos 14 años con la difícil tarea de darle sentido al proceso de formación, desarrollo y capacitación del Contador Público; pero nuestra perspectiva no está tan ligada a la estructura académica que corresponde a procesos formales de capacitación profesional como el que se desarrolla en los entornos universitarios, sino a lo que requiere el Contador Público en su día a día; eso hace que en nuestra experiencia estemos más cercanos al desarrollo de capacidades específicas del entorno empresarial, para lo cual debemos entregar conocimiento y entrenar las habilidades técnicas y funcionales del profesional. Por ello, encuentro muy relevante los tópicos respecto al entrenamiento en capacidades tecnológicas del Contador Público.
La IFAC dice que el Contador debe tener competencias tecnológicas
Pero entremos en materia: en el documento sobre las Normas Internacionales de Formación en Contaduría de la IFAC, en el punto 8 de la IES número 2, dice textualmente que el componente de la tecnología de la información que debe integrarse en los contenidos de los programas de formación profesional en Contaduría debe incluir un conocimiento general y de control de las tecnologías de la información y deben desarrollarse competencias en el control y uso de dichas tecnologías; además, recalca la IFAC que también se debe incluir una mezcla de las competencias correspondientes a las funciones gerenciales, de evaluación y de diseño de los sistemas de información.
Es claro que este enfoque es correcto, pero que debe ser mucho más específico al momento de la generación de un plan de formación que genere una sólida estructura sobre la cual se pueda capacitar y actualizar al profesional, porque todos sabemos que la tecnología cambia a mucha más velocidad de lo que alcanza alguien a actualizarse. Cualquier formación en tecnologías de punta impartida en las aulas acabará estando desactualizada al momento de que el profesional la aplique en su trabajo del día a día.
En la revisión de este estándar que será efectivo a partir del primero de Julio de 2015, ya disponible en la página de la IFAC, se resalta que las competencias técnicas de un contador deben incluir las competencias para elaborar reportes financieros, administración y management, tributación, aseguramiento y auditoría, gobierno corporativo, gestión de riesgos, control interno, normatividad y regulaciones, economía, estrategias de negocios y tecnologías de información.
En este último punto, que es el tema que estoy tratando, la IFAC no termina ahí: indica que el Contador Público debe estar formado en tres puntos específicos…
1. El CP debe estar formado en análisis y evaluación de Tecnologías de la Información
El primero, debe poder analizar si los controles de las tecnologías de la información y las aplicaciones corporativas son adecuados. Ojo con esto: para uno saber si algo es adecuado, debe tener un profundo conocimiento de los procesos del negocio y la forma como deben estar modelados para que el sistema contable, el ERP, los CRM o cualquiera de los programas que se encargan de controlar la actividad de la empresa estén acordes a ellos. Esto es muy importante: la IFAC no aspira a que el contador solo sepa en qué consisten esos sistemas, sino que además de saber, conozca en profundidad cómo se unen ellos con el día a día de la empresa, con los tornillos y los engranajes.
2. También debe poder explicar el alcance las aplicaciones corporativas
En segundo lugar, la revisión para el 2015 de la Norma Internacional de Formación número 2 pide que el Contador Público pueda explicar cómo dichas aplicaciones corporativas contribuyen al análisis de datos y la toma de decisiones dentro de la empresa. Si logramos formar Contadores con este perfil, señoras y señores, estamos dando un gigante paso hacia la consolidación del Contador Público como un consultor de primer nivel en la jerarquía empresarial, sacándonos de la tradicional teneduría de libros y de la gestión de relaciones con el sector gobierno, que es un papel mínimo para las posibilidades que realmente tenemos como profesionales.
Esto es importante: en el momento en que el contador público esté en capacidad de hacer una evaluación certera del flujo de datos de una organización y la forma como dichos datos puedan ser tratados como insumo para la toma de decisiones, no sólo estaremos dando un paso gigante hacia la automatización de las labores del día a día que tiene como consecuencia muy deseable que se pueda dedicar más tiempo a agregar valor a los procesos de decisión en las direcciones y la gerencia, sino que con esto pondremos al profesional de la Contaduría en el lugar que se merece en la jerarquía organizacional.
3. … y debe poder tomar decisiones basado en Business Analytics
Por último, resalta la IFAC en el tercer punto sobre las Tecnologías de la Información que debe dominar el Contador Público que este debe poder tomar decisiones de negocios basado en datos de Business Analytics, que en términos simples es el compendio de información sobre el estado del negocio, del entorno y de nuestra relación con él, además del necesario benchmarking para saber si los indicadores de gestión empresarial corresponden a los de empresas similares del mismo sector, algo que está disponible mediante numerosas herramientas online ya existentes pero que pocas empresas usan, ya que para poder hacerlo se requiere una contabilidad ordenada, que siga los estándares para poder implementar criterios de comparabilidad.
Todo lo anterior recalca la importancia de la formación en tecnologías de información al Contador, y la razón es obvia: estamos en el siglo XXI, por Dios, y no podemos pensar que seguiremos haciendo nuestro trabajo sin contar con las herramientas avanzadas que ya se están volviendo más asequibles y más baratas. Ya más y más universidades están empezando a formar profesionales en línea, y desde el sector privado, más específicamente en las casas de software, se están preocupando por mantener actualizados a los contadores a través de internet. Ya Excel y sus sumas no es lo único que usamos: ya estamos usando prinicipios de Business Analytics y Data Warehousing cuando interactuamos con sistemas que nos arrojan tanto información tributaria para la administración de impuestos, como Estados Financieros y Balances para la alta gerencia.
En actualicese.com hemos sido testigos de que el profesional de las áreas financieras y económicas más cercano a la tecnología es el Contador Público: los sistemas de información que usamos en el día a día requieren de nosotros tener computadores de última generación; la misma dinámica de actualización del caos tributario que tiene nuestro país nos obliga a capacitarnos en línea, ya que no tenemos tiempo de ir a todos los eventos que todos los días se producen. De hecho, si un Contador Público fuera a todos los eventos de actualización profesional que debiera ir en el transcurso del año para mantenerse al día en la cambiante normatividad de nuestro país, tendría que invertir un promedio de 14 millones de pesos y 35 días hábiles por año… ¿quien tiene tanto tiempo y tanto dinero?
Por eso la actualización de las competencias profesionales del Contador Público, supremamente necesaria para su ejercicio profesional, se hace mejor en línea.
Mis dos granitos de arena para esta discusión: uno sobre el qué, y otro sobre el cómo estamos llevando los procesos de formación del Contador Público.
¿Debería saber el contador acerca de principios de programación?
En este momento hay un movimiento liderado por Bill Gates, Mark Zuckerberg (el dueño de Facebook) y otros pioneros del mundo digital en donde estuvo también Steve Jobs, el genio detrás de Apple. Dicho movimiento propende por la enseñanza, desde las aulas de educación básica, de fundamentos de programación, bajo un supuesto simple: aprender a programar es aprender a pensar. Creo que tienen razón: los Contadores Públicos deberían tener una formación básica en programación, porque estoy convencido que el profesional de la contaduría tiene en su estructura cognitiva una afinidad clara con los fundamentos algorítmicos.
La respuesta es sí… por:
Y creo que Supermán quedaría en pañales al lado de un profesional contable que sepa de programación, por tres razones básicas:
Primera: el contador aprenderá a resolver las cosas más ágilmente.
Gran parte de la información en las empresas están almacenados en sendas bases de datos, de las cuales para extraer cifras sólo es posible a través de los reportes estándar del software instalado. Algunos informes no son tan obvios, y requieren filtros y conexiones internas que no son fáciles de procesar. La solución típica es exportar sábanas de datos en hojas en excel y trabajar durante horas depurando estos informes. Con ciertos conocimientos de algoritmia, extraer información de las bases de datos corporativas será mucho más fácil y hará mucho más ágil nuestro trabajo: Excel es una maravilla, y soy su mayor defensor (he dicho antes que “en Microsoft a los inteligentes los mandan a hacer Excel y a los tontos a hacer el software que instala impresoras”), pero si sabemos cómo pedir al Ingeniero de Sistemas cierta información basados en sentencias algorítmicas y un poquitín de SQL (que es el lenguaje usado para interactuar con bases de datos), el Contador Público será el nuevo superhéroe en la empresa actual.
Segunda: pensar algorítmicamente permite ver TODO más claramente
El pensamiento algorítmico es una disciplina que se puede adquirir con tiempo, pero paga su recompensa en la capacidad de resolución de problemas de mediana y alta complejidad con relativa facilidad. Este tipo de estructura mental no es ajena a los profesionales de las áreas contables, de quien sus labores exigen un mínimo de orden y lógica. Y además, es divertido. He visto ejemplos de Contadores Públicos gomosos de la programación, que cuando abordan un problema, digamos, tributario, desde una perspectiva algorítmica encuentran soluciones que otros tardan más en encontrar. Además, no hay que dejar de lado las habilidades inherentes a la profesión contable: la atención por los detalles y el olfato auditor hacen una combinación envidiable cuando se mezcla con el quehacer tecnológico. La combinación algoritmia + pensamiento contable es absolutamente ganadora, no tengo la menor duda.
Tercero: eleva el nivel de la conversación corporativa…
…y convierte al Contador Público en consultor, que es lo que al fin y al cabo quiere lograr la IFAC con las Normas Internacionales de Formación que discutimos hoy.
En las disciplinas administrativas es bien sabido que quien sobresale no necesariamente es el que más sabe, sino quien aporta más soluciones. Pareciera que es la misma cosa, pero no lo es, y todos lo hemos vivido: ¿cuántas veces hemos tenido la solución a un problema en nuestra cabeza, pero por no saber expresarla o estucturarla se queda ahí?
¿En cuántas ocasiones el entender las cifras, los balances , los estados de resultados y el delgado filamento que compone las finanzas de la empresa ha dejado de traducirse en propuestas claras de desarrollo de negocios por el simple hecho de que no podemos acceder a las minucias y el detalle de las operaciones que residen en la toda-conocedora bodega de datos corporativa?
Dar con estos datos y con esta información no se puede hacer sin un conocimiento profundo de las información de la empresa, que no siempre está bien expresada en los reportes contables, sino que provienen de otra realidad que el mismo Contador Público está en capacidad de mostrar, y que lo hará mucho más eficientemente si con sus recién ganadas habilidades programacionales extrae la información sin necesidad de esperar a que el departamento técnico se digne escuchar sus súplicas.
En resumen, sobre mi primer granito de arena:
La algoritmia y la programación son experticias complejas, pero extremadamente útiles, y son compatibles al 100% con el pensamiento contable, por lo que no creo que un profesional de esta área tenga dificultades abordando su aprendizaje. Las universidades deberían evaluar con seriedad incluir una cátedra de introducción a la programación algorítmica como parte de sus programas de formación en competencias tecnológicas del Contador Público.
Mi segundo granito de arena tiene que ver con la forma como nos estamos formando.
Como dije antes, no todos tenemos ni el tiempo ni el dinero para poder formarnos ni actualizarnos: el Contador Público colombiano gasta, según un estudio que hicimos en actualicese.com hace unos pocos meses, un 1% de sus ingresos anuales en actualización profesional. Eso dista muchísimo de ser un presupuesto serio que permita un cambio real en las perspectivas de futuro de cualquier profesional: se necesita cinco veces esa cantidad para cubrir las necesidades mínimas de formación que mejore realmente su nivel de ingresos. Aquí entonces la pregunta es… ¿qué es más fácil? ¿Que el contador destine más dinero para educarse o que la educación sea más barata?
La educación pareciera que, como muchos otros ítems de nuestra canasta de consumo, se rige por el principio que une a la calidad con el precio. Entre más barato, menor calidad. Pero no nos dejemos engañar, porque los factores que encarecen la educación de calidad no están necesariamente en el contenido sino en la forma como se imparte. Un profesor con un máster o con un PHD, es muy caro cuando lo ponemos a dictar clases a 30 personas. ¿Que pasaría si lo hiciera a 300?
Thomas Friedman, ganador en tres ocasiones del premio Pullitzer, decía que según sus investigaciones que «Las grandes rupturas suceden cuando lo que de repente está disponible se encuentra con algo que se necesita desesperadamente«.
Ya vimos lo que se necesita desesperadamente: educación de calidad, pero barata.
Si las grandes rupturas y las revoluciones en un campo específico se dan cuando lo que se necesita desesperadamente se encuentra con lo que justo ahora se vuelve disponible, estamos a punto de ver una revolución de la educación. ¿Por qué? Porque llegaron los MOOCS, los Massive Online Open Courses, que traducen Cursos Abiertos Masivos En Línea, que no solamente están siendo implementados entusiastamente por las Universidades más prestigiosas, como Standford y Harvard, sino que están generando ganancias inesperadas.
Ustedes me dirían, ¿cómo puede ser que dejar los contenidos de los cursos disponibles, gratuitamente, a través de Internet genere ganancias?
Muy simple: porque las personas no solo pagan por los contenidos, sino por el prestigio de quien le certifica. Las universidades que mencioné tienen a grandes profesores, muy prestigiosos, dando cursos a 500 personas en promedio en este tipo de formatos, en donde los costos de infraestructura como ladrillos, aire acondicionado y videoproyectores han sido reemplazados por ancho de banda en Internet y honorarios generosos para los profesores. Con costos mucho menores, la Universidad gana al certificar en los conocimientos impartidos con sendas evaluaciones y muchos menos horas presenciales. Un gana y gana para el estudiante y para la universidad.
Ahora, este esquema aún tiene inconvenientes: solo el 15% de quienes se inscriben a estos cursos terminan graduándose, lo cual es una tasa de deserción muy alta, pero que ha venido mejorando consistentemente con el paso de los años.
Otro factor interesante es que quienes se inclinan más a tomar este tipo de modalidad son quienes ya han tenido la experiencia de tomar cursos presenciales de pregrado. Por ello, la experiencia a nivel mundial con los MOOCs, o Cursos Abiertos Masivos En Línea, indicaría que deberíamos iniciar dando cursos de postgrado, maestrías, diplomados y especializaciones antes de zambullirnos en este esquema con los cursos de pregrado.
Ya este camino está siendo recorrido, y las tendencias de este tipo, aunque se tardan, nos van a llegar tarde o temprano. Ese es mi llamado el día de hoy: acojamos las MOOC, porque estas nuevas tecnologías nos permitirán dar más cobertura con mejores condiciones a los profesionales de la Contaduría.
Finalizo entonces: es muy, muy importante que involucremos las cuestiones tecnológicas en la formación del Contador Público, y en el espíritu de lo que han impartido las Normas Internacionales de Formación de la IFAC, estamos en mora de darle un impulso fuerte a la profesión implementando nuevas ideas y nuevos paradigmas.
Mis amigos de El Clavo me visitaron hace un par de meses para charlar un poco acerca de actualicese.com, su modelo de negocios y un poco acerca de mi experiencia alrededor de este asunto, y el emprendimiento en general. Este fue el resultado…
Aunque en el enlace se puede ver la entrevista completa, me he tomado el atrevimiento de transcribirla completa (como lo he hecho con algunas anteriores) debido a que, eventualmente, sus websites sufren transformaciones y los enlaces pueden perderse.
Esta es una conferencia virtual de alrededor de 2 horas que sostuve por invitación de Mauricio Duque… fue un espacio muy enriquecedor e interesante, en donde hablamos de…
Perfil de nuestra comunidad
¿Cómo rentabilizamos las comunidades virtuales?
¿Cómo rentabilizamos la pauta?
¿Qué tecnología usamos para transmitir nuestros eventos?
¿Qué técnicas usamos para llegar a nuestros usuarios y tener un buen nivel de conversión?
Estuvimos en esta charla alrededor de 2 horas y media, acompañados por el Líder de Innovación & Desarrollo de actualicese.com y el Líder de Medios Publicitarios.
Esta es mi columna semanal en actualicese.com, la cual extraje de un informe de The Economist en donde alerta la posible incompatibilidad que hay en que las grandes firmas de auditoría ahora estén entrando vigorosamente en el mercado de la consultoría. El problema no es de poca monta…
En actualicese.com no hacemos negocios de riesgo compartido con productores de eventos ni casas de software; el por qué no es muy obvio.
Al fin y al cabo, los grandes medios de comunicación producen eventos y promocionan productos de consumo masivo haciendo alianzas y joint-ventures.
La cuestión es que en mi empresa gozamos de una posición dominante de mercado (por ahora), lo cual nos impide hacer cierto tipo de negocios sin arruinar a otros.
Si hago un convenio con un productor de un evento para ganar un porcentaje de los ingresos a cambio de pauta y promoción, ¿con qué cara voy a cobrarle a alguien por los mismos servicios de publicidad con el mismo tipo de servicio?
Ahí hay una delgada línea ética que toca vigilar permanentemente. No estaremos excentos de recibir uno que otro gol, pero ciertamente es una sana posición empresarial el mantener dicha línea visible.
Eso sí… cuando no tenga dicha posición dominante, ahí si me verán haciendo alianzas a diestra y sinestra!
Para nuestros usuarios de actualicese.com (que son casi todos Contadores Públicos) hicimos esta chistosísima adaptación de una famosa escena de «La Caída».
Para ser sincero, el resultado no lo esperaba así de divertido. Pero fué una buena sorpresa…
En este lugar pongo mis notas: ideas de negocio, pensamientos en borrador, pedazos de ensayos, citas a trabajos de otros y pequeños relatos (publicados y sin publicar).
Si le gusta un cuento, por favor cuénteme por algunared social; o si alguna idea de negocios le produce dinero, me debe un café. En eso soy irreductible.
6 Jul 2023
Entrevista con Mindspiria – Transformación Digital: ¿Cómo la tecnología cambia la forma de hacer negocios?