Abby está loca; ha sido cuidada con todo el amor, ha sido entrenada por los mejores, pero está loca. Hoy, al igual que su antecesora Morita (alias de Mussa de la Rosalía, su verdadero nombre) volvió a encontrar un orificio imposible para darse una vuelta por el vecindario.
Al igual que Morita, Abby fue encontrada a las pocas horas.
Los vecinos amables, con todo el amor la vieron deambular y le dieron agua y resguardo. Lo hermoso es que se tomaron el tiempo de ir a redes sociales y anunciar en un sitio para perritos perdidos que la habían encontrado.
Hay quienes usan las redes sociales como instrumento del bien.
En medio del agradecimiento de mi familia por su regreso, recordé esta invitación de Maria Popova:
Como experimento, durante un mes continuo, haz que una de cada tres cosas que compartas en las redes sociales se enfoque en algo que no seas tu mismo o tu trabajo: el proyecto de arte de un amigo, el poema de un extraño, el disco de un músico que amas, el árbol que brilla con majestuosidad y misterio en la luz tenue de la mañana, alguien en tu comunidad a quien admiras, un pionero del pasado en algo que valoras, un libro que gira en tu eje, el letrero del gato perdido dibujado con crayones por el niño de un vecino, el nuevo jardín comunitario unas cuadras más allá, noticias de la deslumbrante galaxia descubierta por el deslumbrante nuevo telescopio espacial unos pocos millones de años luz más allá…
En este lugar pongo mis notas: ideas de negocio, pensamientos en borrador, pedazos de ensayos, citas a trabajos de otros y pequeños relatos (publicados y sin publicar).
Si le gusta un cuento, por favor cuénteme por algunared social; o si alguna idea de negocios le produce dinero, me debe un café. En eso soy irreductible.
22 Oct 2022
Las redes sociales como instrumento del bien
Abby está loca; ha sido cuidada con todo el amor, ha sido entrenada por los mejores, pero está loca. Hoy, al igual que su antecesora Morita (alias de Mussa de la Rosalía, su verdadero nombre) volvió a encontrar un orificio imposible para darse una vuelta por el vecindario.
Al igual que Morita, Abby fue encontrada a las pocas horas.
Los vecinos amables, con todo el amor la vieron deambular y le dieron agua y resguardo. Lo hermoso es que se tomaron el tiempo de ir a redes sociales y anunciar en un sitio para perritos perdidos que la habían encontrado.
Hay quienes usan las redes sociales como instrumento del bien.
En medio del agradecimiento de mi familia por su regreso, recordé esta invitación de Maria Popova:
Ser mejores, dejando nuestro rol protagónico un poquito, puede ser algo inmenso para los demás.
Los ángeles necesitan ayuda. Seamos mejores, así sea un poquito, como mis vecinos que rescataron a Abby y a Morita.
Enlace para compartir: