Como muchas noches, el final de la jornada incluía un cuento o una explicación de algún fenómeno natural, en compañía del siempre vigilante gato.
El lunes no lo recuerdo, pero el martes discutimos sobre el olfato de las hormigas: «¿cómo huelen los restos de galletas desde tan lejos si no tienen nariz?». La mejor explicación que se le ocurrió era que a dios no le gustaba el desorden y hacía aparecer a las hormigas para que se llevaran los restos de comida de su cuarto.
El miércoles durmió molesta con la conclusión de que Sammy el Heladero, a pesar de ser un pingüino feliz y gordito, era malo: ¡le echaba a sus helados clavos molidos y pimienta mojada!
El jueves le expliqué por qué la luna siempre nos muestra la misma cara. Armado con una pelota de caucho y un marrano de peluche hice una pantomima que simulaba el fenómeno: el periodo de traslación de la luna coincide con el de rotación de la tierra.
-¿Y las lunas tienen lunas?
-Sí. Se llaman lunalunas.
Se durmió con una sonrisa en el rostro. A su lado rotaba el gato, mientras ella rotaba sobre mí.
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11 Oct 2019
Lunaluna
Como muchas noches, el final de la jornada incluía un cuento o una explicación de algún fenómeno natural, en compañía del siempre vigilante gato.
El lunes no lo recuerdo, pero el martes discutimos sobre el olfato de las hormigas: «¿cómo huelen los restos de galletas desde tan lejos si no tienen nariz?». La mejor explicación que se le ocurrió era que a dios no le gustaba el desorden y hacía aparecer a las hormigas para que se llevaran los restos de comida de su cuarto.
El miércoles durmió molesta con la conclusión de que Sammy el Heladero, a pesar de ser un pingüino feliz y gordito, era malo: ¡le echaba a sus helados clavos molidos y pimienta mojada!
El jueves le expliqué por qué la luna siempre nos muestra la misma cara. Armado con una pelota de caucho y un marrano de peluche hice una pantomima que simulaba el fenómeno: el periodo de traslación de la luna coincide con el de rotación de la tierra.
-¿Y las lunas tienen lunas?
-Sí. Se llaman lunalunas.
Se durmió con una sonrisa en el rostro. A su lado rotaba el gato, mientras ella rotaba sobre mí.
El gato era su lunaluna.
Notas:
Es verdad. Se llaman así:
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