Matchbox

– Que te diga de qué color era el auto de juguete que metía debajo de mi almohada– pidió al niño de 6 años.

– Dice que azul.

Retuvo la respiración unos segundos. Como pudo salió de la habitación y se sentó en el piso del corredor, intentando recuperar el aliento. Su hijo lo siguió…

– ¿Qué te pasa, papi?

– ¿Se llama Felipe? ¿Tu amigo, con el que hablas en tus sueños, se llama Felipe?

– ¿Cómo lo supiste?

Nunca le había contado de él a nadie. Felipe, su enemigo imaginario, había regresado. Y no estaba contento.