El gran problema de quienes trabajamos en marketing es que queremos vender. Paradójico, pero vender a toda costa es un problema inmenso que termina por romper las mismas bases del futuro del negocio.
Hoy discutí con la división logística de mi empresa: decían que debíamos poner reglas claras para las devoluciones de productos. Y hace una semana veía como el tema de los cupones de descuento se volvía un problema para los agentes de servicio al cliente, porque no lograban decidir cúando un cliente tiene derecho o no a un descuento especial.
“la venta es una consecuencia, no un fin en sí mismo”
Y esta es mi respuesta: la venta es una consecuencia, no un fin en sí mismo. Es una consecuencia de haber seducido al cliente, de haber mostrado una honesta actitud de servicio y ayuda. El verdadero objetivo de un marketeer debe ser fidelizar, no vender.
Si alguien quiere devolver un producto de mi empresa, la falla es mía, y no debo presuponer ninguna intención distinta en mi cliente. Devuelvan su dinero, que se quede con el producto, y regalemos un año más de servicios, porque es lo mínimo que podemos hacer por alguien que confió su dinero en mi empresa (y obviamente le decepcioné).
Si alguien quiere un cupón de descuento, y pregunta por él, debería obtener el cupón de más alto valor que tenga disponible el agente, sin importar si parece merecerlo o no.
El problema no es vender. El gran problema es ver la venta como un fin, no como un medio para obtener más ventas.
10 Jun 2009
3 libros para leer y no aplicar
Sun Tzu y su “Arte de la Guerra” no debería volver a recomendarse en el contexto del Nuevo Marketing.
Tampoco las famosas ”33 Estrategias de la Guerra” de Robert Greene (que acabo de terminar).
Ni “El Príncipe” (ni sus exageraciones).
Me sorprendió ver cómo en las estanterías de Negocios y Mercadeo de Barnes & Noble hay líneas completas de interpretaciones de la guerra y su aplicación a los negocios.
Y creo que están muy equivocados: el nuevo marketing no es una guerra. Si estamos buscando analogías (y hay quienes las necesitan desesperadamente), es más como un romance.
Quienes quieran abordar a sus clientes con estrategias de engaño y ataque no lograrán una segunda venta. Y esas estrategias ni siquiera son válidas para enfrentar la competencia hoy en día.
Un producto o servicio sobresaliente es la salida. De hecho, eso es lo que son esos tres libros: son sobresalientes, notables, extraordinarios, referenciables y muy, muy virales .
Y de eso si que tenemos mucho que aprenderle a Sun Tzu, Greene y Maquiavelo. Pero de estrategias de fidelización… hmmmm.