Zares

En un arranque de ira, Iván El Terrible mató a su heredero con el cetro. Y supo arrepentido que con ese acto había desatado tiempos tumultuosos para Rusia.

El siguiente en línea, Teodoro I de Rusia (que le encantaba que tocaran las campanas cuando llegaba a cada iglesia) era retraído y corto de mente; su hermano menor murió misteriosamente en medio de una convulsión epiléptica al degollarse con un puñal; el campanero, al no dejar heredero varón, dio fin a una dinastía de siete siglos.

Después de quince años que incluyeron seis sucesiones fallidas al poder, una hambruna que mató a la mitad de la población productiva, una ocupación polaca y millones de muertos, empezó por fin el reinado de tres siglos de los Romanov hasta que los bolcheviques, hartos de zares, zarinas y rasputines, le dieron fin.

Resulta que el líder ruso actual achaca todo eso a Occidente.

Seguramente tiene razón. O, sin que sea excluyente, que quiere reiniciar las dinastías de zares.

Mi cálculo es que en un par de siglos sabremos qué tenía en mente.

Iván el Terrible y su hijo, por Iliá Repin

Ivan the Terrible and His Son Ivan on November 16th, 1581
. Ilya Repin (1885)