Juan Fernando Zuluaga
Este es mi blog de notas. Empresario. Escribo cosas.
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8 Ago 2017

Estoicismo o del por qué nada grande nace de quien se empequeñece ante las circunstancias

¿Qué tenían en común Mandela, el emperador Marco Aurelio, Santo Tomás de Aquino y Buda?

Pareciera que la filosofía estoica tiene puntos que recogen (queriendo o no) muchos grandes pensadores de la humanidad. Entre muchos postulados, me parecen interesantes estos dos…

Aunque no tengamos control sobre los eventos que nos rodean, podemos tener control sobre cómo nos afectan.

Y aunque la base principal del estocismo es la «aceptación del logos» (o de las circunstancias que nos rodean), ello -paradójicamente- no implica que la aceptación sea resignación o parálisis para el cambio. De hecho, muchos grandes estoicos llevaron a cabo grandes cambios para la humanidad.

Lo importante era aceptar la naturaleza errática del ser humano, comprender con sabiduría las circunstancias y entender que nada grande puede ser construído por alguien que se empequeñece ante las circuntancias.

Este es el otro postulado que me pone a pensar:

Una vez aceptamos al mundo tal como es, podemos cambiarlo a través de las virtudes cardinales de (1) la sabiduría práctica, (2) templanza, (3) justicia y (4) coraje.

Aceptar a la humanidad como es, con sus fallas. Y no solo aceptarlas, sino esperarlas. Y con ese convencimiento, y sin la pasión que viene con el desencanto y la impotencia, cambiar el mundo.

Me gusta.

En este video hay un resumen interesante. Y obvio, es solo el principio.

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7 Ago 2017

Möbius

Sunil, como pocas niñas de su edad, iba a la cama a la hora que sus padres le decían. Procuraba dormirse lo más rápido posible, para así poder escapar a ver a su amigo al otro lado de la ciudad.

Atravesaba corriendo el jardín del ayuntamiento y la pequeña playa artificial del parque comunal. Allí se quedaba unos minutos viendo el reflejo de su rostro; después, llegaba a la casa de Linus.

Invariablemente, descubría con pesar que no estaba.

Un día decidió dejarle un mensaje. Siguió el mismo recorrido, dejó su pequeña carta en la casa de Linus y volvió contenta a través de la playa artificial del parque comunal (donde se detuvo unos minutos a ver su reflejo) y del jardín del ayuntamiento. Al llegar a casa vió con sorpresa que ya Linus había respondido. La respuesta estaba escrita en unos garabatos que se le hacían familiares pero indescifrables. Esto no impidió que Sunil le siguiera escribiendo.

Por años, al irse a dormir, se escapaba y le escribía acerca de su día a su amigo al otro lado de la ciudad en cartas que al regresar, ya veía respondidas. Se imaginaba lo que dirían las cartas de su amigo, hasta que empezó a entenderlas. Cada problema que surgía y cada ansiedad que la consumía se veían aliviados en los mensajes que recibía de vuelta.

Le aprendió a querer mucho por eso.

Años después, Sunil descubrió que su mundo era una cinta de Möbius,  “el otro lado de la ciudad” no era más que su antípoda invertida y los garabatos de Linus eran su misma letra, irreconocible porque la veía en sentido contrario.

Su amigo, su soporte, su conexión inmaterial, no era más que ella misma en un mundo al revés, devolviéndose mensajes tal como lo hacía con el reflejo de su rostro la playa artificial del parque comunal.

 


Notas:

  • Esta es una cinta de Möbius.
  • Y sí, Linus es palíndromo de Sunil.
petricor

6 Ago 2017

Petricor, o del sonido de las palabras

Hay palabras cuya sonoridad no corresponde a la belleza de su significado. La que le da título a esta nota, justamente, es una de ellas…

Petricor es el nombre que recibe el olor que produce la lluvia al caer en los suelos secos.1​ Se define como el distintivo aroma que acompaña a la primera lluvia tras un largo período de sequía.

A pesar de lo hermoso de su significado, fonéticamente petricor arruina el concepto. Lo mismo pasa con crepúsculo, que suena mal pero encierra un concepto precioso.

Pero hay otras que tienen la característica contraria: suenan muy bien, pero significan cosas terribles. Sin pensar en su significado, sino por «cómo suenan», me gustan estas palabras:

  • Orzuelo
  • Cristal
  • Alelí
  • Simiente
  • Anhelo
  • Fosfenos
  • Ombligo
  • Ambrosía
  • Sien
  • Óbelo
  • Gatuperio

¿Y si intercambiamos las palabras que suenan mal y encierran un significado bonito por las que tienen la característica contraria?

Por ejemplo, por un segundo, intente borrar en su cerebro lo que entiende hoy por orzuelo, y cambiémola por el bello concepto de petricor. Saldría algo como…

El orzuelo le recordó a Juan las tardes en que salía a jugar con sus amigos salpicándose en cada charco que encontraban…

O si re-significamos a orzuelo por algo como «sonido del corazón oprimiéndose», podríamos armar frases como…

Frente a la tumba solo oía su orzuelo y a un pichón de gorrión lejano

¿Sería bonito hacer un diccionario así, no?

 

Microcuento

5 Ago 2017

Maldición

Así será mi maldición.

Dejaré que vivas destellos de fortuna, y satisfecho del logro de los deseos de tu corazón verás cómo ellos se minimizan ante tus ojos, para tener deseos más costosos, más lejanos, menos alcanzables. Así, te dará enorme dificultad vaciar tu mente.

Cuando tu amor navegue a un remanso tranquilo, verás que nunca hubo equilibro entre el deseo y el bienestar; y cuando por momentos fugaces lo encuentres, el apego te esclavizará, llevándote de nuevo a aguas turbulentas, a querer imponer una alteridad subyugada y a exigir que el otro sea un clon de tu caprichoso corazón. Tarde te darás cuenta de lo imposible de esa imposición.

Cuando tu y los tuyos gocen de salud, no lo disfrutarás, sino que estarás contando los días para que un galeno te anuncie algo. Y cuando estés sano, haré que tu mente no le preste atención a tu recién alcanzada armonía vital sino que no dejes de pensar en ese pequeño guijarro que ahora incomoda tu pie.

Dejaré que llenes tus bolsillos por momentos, solo para que veas todo lo que aún no puedes comprar. Y verás cómo puedo ser un Dios cruel y vengativo al darte fe y esperanza cuando toques fondo.

Así será mi maldición: recibirás un corazón que pueda sentir felicidad y una mente olvidadiza, distraída y ansiosa que no sabrá apreciarla.

Ahora, ve y encuentra a alguien que escriba esta historia y dile que así fue como te expulsé del paraíso.

 


Nota: recordé a Saramago en su Evangelio según Jesucristo, cuando plantea que si realmente dios quería encarnarse en un humano, era porque Él mismo ya era humano. 

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3 Ago 2017

La Navaja de Hanlon – ¿por qué atribuimos a la maldad lo que puede ser explicado por la incompetencia?

… o por la estupidez?

Este aforismo, común entre quienes vivimos en el mundo de la informática y la programación (mi pregrado fue en Ingeniería de Sistemas), sirve para advertir que regularmente lo que vemos como una acción malintencionada puede ser, más bien, una omisión humana (propia o de terceros).

«¡Me robaron el celular!» … (diez segundos después)… «¡ah, lo había dejado en casa!»

«¡Ese profesor me tiene tirria! ¿Cómo me califica mal si solo me equivoqué en un… 80%?»

«Ese abogado me odia…», «Mi jefe me carga bronca», etc., etc.

Ya creo que está clara la idea. Hasta aquí, el principio nos evidencia que sufrimos de una terrible incapacidad de diagnóstico. No saber qué anda mal es malo en el plano personal, pero terrible en el plano profesional, porque solo tiene un nombre: incompetencia.

Pero la Navaja de Hanlon tiene más que eso.

Pongo un ejemplo autocrítico en mi empresa (Actualícese): al caerse el portal, la primera respuesta que me daba era «nos están hackeando», cuando seguramente lo que sucedió fue que un pedazo de programación no lo diseñé para altos niveles de tráfico. Por esto, a menos que pueda comprobar con mil bitácoras de websites de China, la India y de Cafarnaún atacándonos, no me admito la maldad de terceros («·nos están hackeando») como primera respuesta, y siempre asumo la alternativa: que no supe diagnosticar bien el problema.

Pero aquí viene lo más profundo: en caso de que sea verdad que estamos siendo atacados por un chino que seguramente no tiene idea de que existo, ¿por qué no me preparé para repelerlo? ¿Por qué nuestro código no admite la posibilidad de un alto nivel de acceso o incluso de un ataque, existiendo tantos mecanismos?

Por esto creo que la Navaja de Hanlon evidencia dos niveles de incompetencia:

El primario, que es cuando somos incompetentes por no saber diagnosticar, y atribuimos a la malicia –tal como dice el postulado– lo que puede ser un error, sea nuestro o de terceros.

Y el secundario, cuando descubrimos que realmente estamos siendo víctimas de la maldad de otro, en el que la incompetencia queda clara porque no supimos preverlo.

No sé cuál es peor.

 


Nota: la imagen es de la maravillosa Jessica Hagy. 

 

Treasure chest sinking in water. Image shot 2010. Exact date unknown.

2 Ago 2017

El Costo Hundido (o del por qué deberíamos ser más animales tomando decisiones)

Resulta que no nos arriesgamos a tomar decisiones tanto por el futuro que esperamos, sino por el pasado de cargamos.

Y este fenómeno tiene nombre: la falacia del Costo Hundido.

Es la falacia que nos hace quedarnos tres horas sentados viendo una película a pesar de que desde la primera media hora sabíamos que era mala. «¿Cómo me voy a ir si ya pagué por las entradas y llevo invertida media hora de mi vida sopor-tándola?» (el guión es a propósito).

Es la misma rutina mental que no nos deja despedir a ese empleado que no da resultados a pesar de que lo escogimos por su extraordinario potencial, porque quedaríamos mal con el jefe ya que su contratación fue nuestra responsabilidad, y además llevamos tres meses entrenándolo («pero jefe, seguro que algún día…»).

Es la que nos hace insistir en seguir pagando una campaña muy cara en un producto que no se vende.

La que no nos deja cambiar de carro a pesar de (y debido a) todas las reparaciones que le hemos hecho.

La que no nos deja tomar decisiones arriesgadas.

La que no nos deja decidir.

La razón  por la que los animales no sufren de la parálisis por análisis y se lanzan a lo que quieren, ya que a los humanos nos pesa más el miedo a perder que las ganas de ganar.

Algunas veces deberíamos poder ser más animales, y permitirnos dejarnos llevar por el futuro sin las cadenas (mentales) del pasado.

Mucha veces, ignorar el costo hundido es el camino.


Notas:

  • El término «Costo hundido» me parece horriblemente literal. Debería haber un nombre mejor en español, como «Costo Asumido» o «Costo Irreversible». Se reciben mejores traducciones. 
  • Más información sobre el Costo Hundido.
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1 Ago 2017

El arte del autosabotaje

No es una decisión consciente, ni se puede planear.

La procrastinación, la indecisión y la autoindulgencia son el veneno del hombre capaz.

Uno puede sentir la pena en el alma al verse a sí mismo como una persona con talento y capacidad transformadora, pero sin hechos, incapaz de evitar dilatar la gratificación.

Pero hay una forma: así como este autosabotaje no se planea conscientemente, hay que cogerlo por sorpresa. Uno sabe cuando hay suficiente ilustración sobre un concepto, suficiente diagnóstico sobre un problema. Uno sabe cuando está en parálisis por tanto análisis. En ese punto…

Haga, no anuncie.

Haga, no planee.

Haga, no decida.

Haga.

Pero ya.

 

The Dying Valentine Gode-Darel – Ferdinand Hodler, 1912

30 Jul 2017

Obituario para el hombre decente

Hace unos días escribí una historia enmarcada en la escencia del Ubi Sunt, una figura transversal a muchos escritos del medioevo en la cual se medita acerca de la mortalidad y la trascendencia de la vida, y cuya forma más común es algo como «¿a dónde fueron los que estuvieron antes aquí?» y «¿a dónde se fue la alegría?».

Hoy, este motivo es palpable en un sentimiento que subyace en el pensamiento de los que observamos atónitos cómo la mentira y la corrupción es la nueva normalidad en la forma como se practica la política, tanto a nivel local como global. Nuestro nuevo Ubi Sunt es ¿a dónde se fueron los hombres decentes?.

¿Queda esperar algo de ética de parte del indecente?

Hace un par de días vi un video compilatorio de todas las veces que un político local había dicho, de todas las formas posibles, que las acusaciones que se le hacían por corrupción eran un montaje de sus opositores, una vil canallada de sus enemigos políticos; lo hacía mirando directo a la cámara, convencido y convincente. Unas semanas después lo escucharíamos confesar ante un juez su concusión en un entramado multimillonario nauseabundo, confesión en la cual incluyó delación a sus asociados, a los que antes defendía como «víctimas, como yo, de una terrible persecución» y ahora delataba como cómplices.

Me parece importante entender qué pasa por la cabeza de alguien que es capaz de mentir así. Lo que creo es que el mero principio de lo que llamamos decencia no les importa. La indecencia hace parte de su espíritu, de su sustancia como individuo; aunque en el espíritu liberal que flota en nuestros días nos permite admitir cierto grado de amplitud en opiniones frente a conceptos morales, la línea de la decencia trasciende el concepto de la moralidad del individuo y permite la irrupción del contrato social en su esfera ética, sobre todo cuando este ostenta una figura de poder.

Corruptio optimi pessima: la corrupción de los mejores es la peor tragedia

La historia humana está plagada de claros (y muchos) ejemplos en donde el ejercicio del poder pareciera demostrar, por inferencia estadística simple, que es ajeno a la integridad. Y ahí es donde radica la tragedia: de quienes dominan esperamos dominio de sí mismos, que pareciera es justo lo que no tienen. Una vez se prueba un sorbo de corrupción, pasa como un lobo que ya probó sangre humana, y el límite que antes había, porque los que elegimos creer que el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe también creemos que en algún momento hubo un límite, se va desplazando poquito a poquito.

Pero tengo esperanzas: hemos sobrevivido como especie épocas más oscuras y más violentas. Los procesos civilizadores que ahora dan a gran parte de la humanidad agua potable, un techo seguro, algo de consciencia frente a los desprotegidos y las minorías y cierto control al ejercicio público pueden que nos lleven lentamente al destierro de la corrupción y al regreso de la decencia. El fastidio que nos causa la indecencia y el hartazgo de la perversión puede que nos lleve como especie a generaciones que no desplacen sus límites tan fácilmente como la nuestra y las que nos antecedieron.

Por ahora, seguiremos de pié, frente a un paciente terminal, recitando como en una orazión el Ubi Sunt de nuestros días: ¿a dónde vas, hombre decente?, resistiendo y esperando.


*La pintura que ilustra este artículo se llama The Dying Valentine Godé-Darel, de Ferdinand Hodler, simbolista suizo, 1914. 

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28 Jul 2017

Estar en el lugar (y momento) equivocado

«Solo estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado», nos decimos para consolarnos después de un error en el que las causas se las podemos atribuir a los demás.

¿Y si nos vuelve a caer el rayo, como a Roy Sullivan –»el pararrayos humano»– quien recibió siete?

Eso puede ser por dos cosas:

Una. Somos proclives a estar en el lugar correcto en el momento equivocado.

Dos. Somos unos sobrevivientes. Y como Sullivan, preferimos llevar la cuenta de las veces que no nos ha golpeado un rayo e insistimos, porque ese lugar y ese momento son importantes para nosotros.

Y esas condiciones no son excluyentes.

Microcuento

27 Jul 2017

Ubi sunt

Durán era el herrero encargado de reemplazar las herramientas de los albañiles que construían el lado norte de la catedral. Ni en Estorga ni en lugar alguno de la Maragatería había alguno tan habilidoso desde que el cambio de siglo lo dejó sin competencia, aniquilando a los dos maestros forjadores con un ántrax maligno que se llevó a un cuarto de la población de León. De su profesión, solo quedó un ayudante mudo, Froilán.

Durán lamentaba cada día los tiempos que le habían tocado, porque sabia que siempre antes había sido mejor. Hacía ya un par de siglos había cambiado el milenio, y ninguna de las promesas de los santos ni de los demonios se había materializado; ni el Jesús del Gólgota había renacido para acabar la iniquidad, ni el Lucero del Alba venía a reclamar su reino en medio de la corrupción de aquellos días.

Mientras fraguaba el molde para el fuste de alguna columna, se quejaba:

– Dime Froilán, después de todos estos años, de las revoluciones aplastadas y de tanto opresor triunfante, ¿dónde está el que nos eximiría de los reinos temporales y que según Él fracturaría la iniquidad? ¿a dónde fueron las promesas de vaciar de sangre los libelos del poder a nosotros los pobres?

Durán podía ser dramático en su queja.  Mientras el mudo descargaba un martillo sobre un yunque al rojo vivo, continuaba:

–Si el dolor de los pobres es solo una mueca fatua para el noble, ¿qué podemos esperar de más altos poderes, sean divinos o malignos? ¿para qué la fe, sino para alimentar vanidades y al poder? ¿qué esperan para venir a reclamar su reino quienes supuestamente se alimentan de nuestra oración, ah?

De pronto, el ayudante mudo habló:

– Solo debes tener paciencia. Aquí estoy, esperando mi tiempo, arrastrándome en los sótanos de las catedrales, guardándome para el tiempo en que recibas lo que bien has merecido.

– ¡Cállate, diablo, vuelve al fuego y déjame seguir hablando con el muchacho! –gritó Durán, ya advertido por los sacerdotes exorcistas de la firmeza con la que debía hablar a esos entes cuando se manifestaban en el muchacho.

El diablo dejó mudo otra vez a Froilán y siguió esperando su tiempo. Poco menos de un milenio después, bajo los cimientos de esa misma columna maragata, salió al mundo en la forma menos esperada.


Notas:

  • El tema de las catedrales me ha inquietado mucho por dos razones: al momento de escribir esto tengo en mi mesa de noche «Los pilares de la tierra«, de Ken Follett (en donde el protagonista es un constructor de catedrales en un ambiente medieval); y en este año he visitado al menos quince de ellas como parte del peregrinaje a Santiago de Compostela. El tema me persigue y me he dejado alcanzar.
  • El Ubi Sunt como «motif» se refleja en la queja de Durán. Es un concepto muy interesante para explorar en distintas formas.  Casi un milenio después, persistimos en él. 
  • Otro enfoque interesante para explorar es el de la permanencia del demonio en los cimientos de las catedrales, sobre todo en la de Astorga (nombre actual) y León: las figuras paganas y que mostraban al demonio fueron sacadas de las catedrales por orden papal hace un par siglos y confinadas a los museos que hay en los pisos inferiores. Entrar a esas mazmorras es ver un universo distinto y sobrecogedor lleno de diablos, criaturas y personajes deformes que hacen palidecer las descripciones de Dante, El Bosco o Goya.
TuRevisorFiscal

26 Jul 2017

Gastos de Vigilancia – @TuRevisorFiscal

Esta es una de las caricaturas del libro de un personaje que creé hace algunos años para hacer un poco más amable las comunicaciones de Actualícese con el Contador Público, nuestro público objetivo.

Su presencia en las Redes Sociales fue un éxito rotundo: en solo 6 meses obtuvo en Twitter más de 13 mil seguidores, y en Facebook más de 12.000.

Pero en ventas (saqué un libro con la compilación de muchos de sus chistes) las cifras fueron penosas. De hecho, cada vez que alguien me dice que lo compró, le pregunto «¡Ah, entonces fuiste tú!». 😉

Al parecer, este tipo de personajes tan casuales generan dinero en un esquema de desarrollo de negocios profesional, y no lo hace como un esfuerzo ocasional. La consistencia, como siempre, es el factor determinante.

–¿A cuánto el caballo?
–No se vende
–Pero tiene código de barras
–Es una cebra
–Por eso, ¿se vende o no?

— TuRevisorFiscal (@TuRevisorFiscal) October 31, 2013

–Estamos muy insatisfechos con su rendimiento en el trabajo
–¿Y para decirme eso me tuvieron que despertar?

— TuRevisorFiscal (@TuRevisorFiscal) April 25, 2016

Consejo para Contadores: siempre lleven un vaso de plástico en la mano para aplastarlo dramáticamente cuando nos dan malas noticias.

— TuRevisorFiscal (@TuRevisorFiscal) October 18, 2013

–¡Jefe! ¿Por qué este mes me consignaron menos?
–Porque el mes pasado te pagamos de más, y no dijo nada…
–¡Hombre, un error lo paso, dos no!

— TuRevisorFiscal (@TuRevisorFiscal) April 28, 2016

¡Encontré el pintalabios perfecto para regalarle a la de Recursos Humanos! pic.twitter.com/KOW2T1nqbO

— TuRevisorFiscal (@TuRevisorFiscal) October 24, 2013

El personaje sigue ahí…. y quién sabe qué pasará en el futuro con él. Amanecerá y veremos.

Follow @turevisorfiscal en Twitter

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25 Jul 2017

La realidad es una alucinación colectiva

Según Anil Seth, la realidad es una alucinación colectiva. Es una cuestión de cómo está alambrado nuestro cerebro, y de cómo reaccionamos ante los estímulos: cuando nos ponemos de acuerdo en algo, le llamamos a esa coincidencia «realidad».

Es un interesante planteamiento.

Siguiendo esa idea, cuando creamos cosas estamos haciendo que un grupo específico de personas se alineen con una realidad que inicialmente solo vive en nuestro cerebro. Y hacerlas coincidir no es cuestión única de cómo la planteemos, sino como la vendemos.

Así, hay más razones para creer que una idea no solo tiene valor por sí misma, sino por la forma como la presentamos.

Por la forma como hacemos alucinar a los demás.


Punto aparte.

Me encantó el planteamiento inicial de la charla, en la cual habla sobre la anestesia: «es una nueva forma de magia, que convierte personas en objetos». Y el elan vital. Y el concepto sobre la forma como activamente generamos el mundo.

En fin, recomiendo darle un vistazo…

idea

24 Jul 2017

5W – 2H

Al publicitar los productos de Actualícese siempre respondemos estas siete preguntas:

  • What?
  • Why?
  • Where?
  • When?
  • Who?
  • How?
  • How much?

Los productos de conocimiento en comunidades verticales requieren dar mucha explicación acerca de lo que recibirá el usuario; no hay un solo usuario nuestro que no tenga al menos un título profesional.

Pero resulta que esta metodología no sólo es útil para vender: hacerse estas preguntas sirve mucho para definir y acotar los alcances de nuestro producto o servicio.

Y estoy seguro que para otras cosas también aplica esta metodología, desde los proyectos personales hasta otro tipo de industrias.

Pruébela y me cuenta.

Microcuento

24 Jul 2017

Tatuajes

Cada vez que hacían el amor les aparecía un nuevo tatuaje.

La primera vez a ella le apareció un poema, y a él un gato; la segunda, vieron cómo se trazaban cadenas en sus tobillos. Después de una noche de psicodelia a ella le quedaron tatuadas en el rostro finas escamas verdes y rosadas y en la espalda de él, una figura étnica mahorí.

Después de cada éxtasis buscaban ilusionados qué grabado había quedado en sus cuerpos. Pero con el tiempo la ilusión cedió a la ansiedad y el miedo al fin, al fin de las ganas.

Como todos los amores, el suyo murió cuando se les acabó la piel.

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21 Jul 2017

[Boletín de Innovación] Big Data, Apps e Inteligencia Artificial para Contadores

Dirigir a un equipo como el de Actualícese es un gran reto… el calibre de los talentos que ahí reunimos me da para mantenerme entretenido permanentemente: investigadores inquietos, editores juiciosos y celosos de su trabajo, progamadores desquiciados, agentes de operaciones meticulosos y equipos creativos de mercadeo y ventas de los cuales a veces dudo de su cordura, todos me dan motivos para sentirme orgulloso y retado permanentemente.

Pero una de las cosas que más dificultad me ha causado últimamente es comunicarle a nuestros usuarios el ritmo de innovación que llevamos. Y no solo con tecnología (que ya es bastante), sino en el esquema organizacional que soporta una operación tan compleja (surtimos soluciones a más de 300.000 abonados diariamente) y que mantiene su espíritu ágil y moderno.

Por eso iniciamos el proceso de enviar con cierta periodicidad a nuestros usuarios un boletín para contarles en qué vamos.

Este es el primero, que enviamos el pasado miércoles 19 de Julio de 2017.

Leer más…
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20 Jul 2017

Los Amantes

A Leopoldo se le enfrió el alma cuando no la vió esa mañana en la cama. Las entrañas se le batían, como preparándose para las arcadas que vendrían cuando se confirmara su primera sospecha.

-René, vístete. Vamos a buscar a mamá. –dijo a su hijo de trece años, quien se levantó sin sorpresa.

Sería esta la tercera vez que desaparecía en ese año. La primera vez la habían encontrado hipotérmica en un bosque al finalizar el invierno. De la segunda, apenas empezando la primavera, su padre no le quiso dar detalles, pero llegó empapada. René se vistió y enrolló la manta de dormir en su cintura, en caso de que la volvieran a encontrar en una situación parecida.

Bajó corriendo las escaleras y en la puerta vio a un oficial hablando con su padre. Leopoldo se cubría las manos y desfalleciendo, cayó arrodillado. Las arcadas llegaron.

-Ven, muchacho, ayúdame a llevarlo.– ordenó el intendente.

A llegar a la orilla del río vieron a Regina ahogada y aún mojada, tendida en el suelo con el rostro cubierto por su vestido granate.

Delicadamente, Leopoldo le quitó a René la manta, se acercó a su esposa y le tomó la mano varios minutos, como si haciendo un inventario de las líneas que le atravesaban la traería a la vida después de su décimo intento de suicidio. Quería que volviera a ser un intento, no lo que ahora abrazaba.

Cuando Leopoldo se inclinó a besarla, René, el muchacho, el hijo mayor de los Magritte, no pudo seguir mirando, dio la espalda a la escena y fue a su casa, derramando lágrimas de óleo y aceite de linaza.

Unos lustros después René seguía preguntándose cómo se habría sentido un beso así.

 


Notas:

  • Este cuento está inspirado en la obra del mismo nombre de René Magritte, que ilustra el encabezado de este cuento. Y digo «cuento», porque las circunstancias que ahí narro no están apegadas a la historia.
  • La madre de René, Régina, se suicidó en 1812, a los 13 años del pintor. Su esposo Léopold la tenía encerrada en su casa debido a varios intentos anteriores de suicidio durante varios años, hasta que escapó y días después fue encontrada ahogada en el río Samble.
  • Según una de las enfermeras de la familia Magritte, la encontraron con el rostro cubierto por su propio vestido húmedo, lo que habría impactado profundamente a René, quien lo usó como un motivo recurrente en sus obras de 1927 y 1928.
  • Hice un par de borradores de este motivo, ya que el uso del fantôme (y los rostros cubiertos) de parte de Magritte sirve para interpretaciones muy hermosas, a las cuales les quedaré en deuda. Por ahora.  
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19 Jul 2017

Idea para empezar un negocio: ¿qué hacen las empresas con Excel?

No hay necesidad de complicarse. Esta es una buena forma de encontrar nichos y productos:

  1. Escoja una industria
  2. Pregunte a alguien de esa industria para qué usa Excel (o las hojas de cálculo, en general)
  3. Haga algo mejor

¡Pero hágalo!

La idea es irrelevante si no se acompaña de trabajo. Como dice el artista Chuck Close en el siguiente video…

Inspiration is for amateurs. The rest of us just show up and get to work. Every great idea came out of work. Everything. If you sit around and wait for a bolt of lightning to hit you in the skull, you may never get a good idea.

Wet Platform (Red)

18 Jul 2017

Haz con los demás como quisieras que hicieran contigo

En el quinto capìtulo de mi novela «Cuando los buenos ganaron» hay algo que me parece relevante en el mundo real, más allá de la fantasía. El extracto de adelante se ubica en un futuro utópico/distópico en donde hay una nueva generación regida por un principio rector…

EL ADVENIMIENTO DE LA SEGUNDA Generación fue un proceso lento y lleno de obstáculos, pero dio sus resultados cuando se llegó a un acuerdo global, supranacional y supraestatal: solo habría una regla que fundamentaría el accionar humano y sería «haz con el otro lo que quisieras que hicieran contigo».

Atrás quedó el código de Hammurabi, la ley del Talión y todo vestigio de justicia retributiva, del ojo por ojo diente por diente, los cuales justificaban la más inmoral pero dulce de las perversiones: creer que se puede hacer el mal a alguien si con ello se hace bien a un número mayor de personas.

Este cambio fue lento y respondió a un proceso civilizador milenario que fue erradicando poco a poco las matanzas basadas en la superstición, los sacrificios humanos, la quema de brujas, los libelos de sangre, la aniquilación de herejes, blasfemos y apóstatas, los castigos inicuos, la tiranía, la revancha política,las guerras masivas, los exterminios étnicos, las luchas generacionales por territorio, la violencia en los crímenes contra la propiedad y los delitos contra la integridad humana fundamentados en la ambición.

Esta regla, este principio rector, tiene un inconveniente: al ser el eje de un comportamiento que termina siendo intachable en lo ético (que no moral), retrasa y dificulta una de las razones del progreso humano: la ambición.

¿Cómo funciona un mundo en donde la ambición ceda?

¿Cuál sería el principio fundamental del progreso?

Esta pregunta tiene muchas formas de responderse, desde lo político y su esfera personal, la ética. Pero desde lo económico (que en esto no soy tan bruto como en lo demás), es claro que sería un desastre.

¿Quién ha invertido más en Investigación y Desarrollo que los militares, los alteradores de la genética de los alimentos y la industria farmacéutica? Y todos estos ejemplos están, sin duda, sometidos a la megalomanía y ambición desmedida de justamente los promotores de la innovación.

Es una reflexión, y de hecho, la pregunta es retórica: no espero (ni creo que tenga) respuesta simple.

 


La imagen es de biswaal: WET PLATFORM (red), acuarela en papel de 22×30. Me pareció bellísima. Es una estación de tren en India. Y efectivamente, no tiene nada que ver con el post… ¿será necesario?

Puente La Reina - Navarra, España

17 Jul 2017

Puentes

Siempre habrá algún demente que no te deje pasar el puente y alguno que te ayude a cruzarlo; habrá un demente que te tienda un puente y el que quiera dinamitarlo.

Seguro que nos toparemos con algún demente de esos. O mejor, en algún momento seremos uno.

Lo interesante (y bonito) es la dosis de coraje que se requiere para atravesar el puente en cualquiera de las circunstancias. Y ejercitar ese coraje es edificante.

Al fin y al cabo, sin duda alguna, pasaremos algún día a la otra orilla.

 


Nota:la foto la tomé en Puente La Reina – Navarra, España, durante el Camino de Santiago. Este puente milenario une a Pamplona con Estella. Sirvió de bastión de defensa y luego de peregrinación.

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14 Jul 2017

El Camino está marcado. Solo hay que abrir bien los ojos.

Hace algunos días terminé El Camino a Santiago. 32 días y más de 800 kilómetros desde Saint-Jean-Pied-de-Port a Santiago de Compostela, por tierras francesas y españolas. Después contaré un poco más al respecto.

El asunto es que noté mucho que en el listado de miedos iniciales de todos los peregrinos (así nos denominan, aún a los no creyentes), junto con todos los «¿y yo si podré?», «¿y si me pasa algo?», «eso es muy largo«, está «¿y no me perderé?».

Pero no hay forma de perderse. Siglos de peregrinaje han marcado cada bifurcación, cada pueblo, cada árbol. El Camino no necesariamente te llevará por la ruta más fácil, pero te asegura que llegarás. De pronto uno se desviará un poco, pero él se encargará de llevarte de nuevo a la ruta correcta.

La razón por la cual es fácil seguir las señales es porque ya sabemos a dónde queremos llegar y confiamos en El Camino, aún si nos lleva por senderos difíciles.

Y esto sirve para todo en la vida.

Relea la frase anterior y extrapole.

 

Algunas de las señales…

En la segunda etapa aparece la primera señalética oficial de El Camino, entre Roncesvalles y Zubiri. A esta altura ya había pasado 24 kilómetros.
En los pueblos y zonas no rurales, es usual encontrar las calles con estas señales.
La señalética no está unificada. Han sido casi mil años desde la primera peregrinación…
«Sigue la flecha». Es la única indicación posible en El Camino. La única correcta, también.
Los Amigos de El Camino y las municipalidades también han hecho su parte.
Los pequeños postes no son suficientes a veces. La flecha realmente es la guía.
El mantra del caminante… «Buen Camino» y «Ultreia».
Ya a solo unos pocos cientos de kilómetros.
El 30% de El Camino transcurre en zonas boscosas, sobre todo en la Galicia. Ahí también se llega.
Aún faltan dos kilómetros, pero ya hay un aviso en la zona urbana que antecede a la entrada a la Catedral de Santiago de Compostela. «We did it», dije. «Not yet», fue la respuesta.

«‹ 7 8 9 10›»

Soy Juan Fernando Zuluaga, empresario colombiano en la industria del conocimiento y la tecnología (y últimamente en el sector cultural y gastronómico). Escribo sobre vida empresarial, innovación, mercadeo, algo de arte y muchos cuentos.

Aquí está mi última compilación de cuentos.

En este lugar pongo mis notas: ideas de negocio, pensamientos en borrador, pedazos de ensayos, citas a trabajos de otros y pequeños relatos (publicados y sin publicar).

Si le gusta un cuento, por favor cuénteme por alguna red social; o si alguna idea de negocios le produce dinero, me debe un café. En eso soy irreductible.

Aquí hay una reseña más amplia.


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Juan Fernando Zuluaga C. - Director Ejecutivo de Actualícese - Centro de Investigación Contable y Tributaria