Cuando estamos expuestos a información masiva (de datos, de sucesos, de noticias, de trivialidades e irrelevancias) nuestro cerebro no resiste la tentación de intentar conectar esos sucesos, de buscarles significado.
Que las correlaciones sean causas, que las trochas sean caminos y que la razón se amañe a nuestra intuición.
Con la facilidad de acceso a mercados masivos de datos, creer que una moda es tendencia es una tentación difícil de eludir.
Las nubes con forma de animales no son animales, son nubes: para que exista significado hay que enmarcarlo en conocimiento. Y esa tentación debe convertirse en una tarea: confirmar, descartar o profundizar.
Ya nos entrenamos en acceder a la información. Ahora solo queda convertirla en conocimiento.
En resumen: dado el alto volumen de información que publicamos a diario, no podemos difundirlo sin saturar las redes sociales. Esto nos preocupó durante mucho tiempo, hasta que vimos que el algoritmo que prioriza la información de Facebook hace un trabajo más que decente en entregarle a los usuarios la información en los horarios en que realmente leen nuestro tipo de contenido (y es comprensible, dado que la lecturabilidad es el negocio de ellos y el nuestro).
Además, también cuento un truco que usamos para generar más interacciones con nuestros posts en horas que no lo estamos atendiendo…
Esta es una de las caricaturas del libro de un personaje que creé hace algunos años para hacer un poco más amable las comunicaciones de Actualícese con el Contador Público, nuestro público objetivo.
Su presencia en las Redes Sociales fue un éxito rotundo: en solo 6 meses obtuvo en Twitter más de 13 mil seguidores, y en Facebook más de 12.000.
Pero en ventas (saqué un libro con la compilación de muchos de sus chistes) las cifras fueron penosas. De hecho, cada vez que alguien me dice que lo compró, le pregunto «¡Ah, entonces fuiste tú!». 😉
Al parecer, este tipo de personajes tan casuales generan dinero en un esquema de desarrollo de negocios profesional, y no lo hace como un esfuerzo ocasional. La consistencia, como siempre, es el factor determinante.
–¿A cuánto el caballo? –No se vende –Pero tiene código de barras –Es una cebra –Por eso, ¿se vende o no?
Según Anil Seth, la realidad es una alucinación colectiva. Es una cuestión de cómo está alambrado nuestro cerebro, y de cómo reaccionamos ante los estímulos: cuando nos ponemos de acuerdo en algo, le llamamos a esa coincidencia «realidad».
Es un interesante planteamiento.
Siguiendo esa idea, cuando creamos cosas estamos haciendo que un grupo específico de personas se alineen con una realidad que inicialmente solo vive en nuestro cerebro. Y hacerlas coincidir no es cuestión única de cómo la planteemos, sino como la vendemos.
Así, hay más razones para creer que una idea no solo tiene valor por sí misma, sino por la forma como la presentamos.
Por la forma como hacemos alucinar a los demás.
Punto aparte.
Me encantó el planteamiento inicial de la charla, en la cual habla sobre la anestesia: «es una nueva forma de magia, que convierte personas en objetos». Y el elan vital. Y el concepto sobre la forma como activamente generamos el mundo.
Al publicitar los productos de Actualícese siempre respondemos estas siete preguntas:
What?
Why?
Where?
When?
Who?
How?
How much?
Los productos de conocimiento en comunidades verticales requieren dar mucha explicación acerca de lo que recibirá el usuario; no hay un solo usuario nuestro que no tenga al menos un título profesional.
Pero resulta que esta metodología no sólo es útil para vender: hacerse estas preguntas sirve mucho para definir y acotar los alcances de nuestro producto o servicio.
Y estoy seguro que para otras cosas también aplica esta metodología, desde los proyectos personales hasta otro tipo de industrias.
La idea es irrelevante si no se acompaña de trabajo. Como dice el artista Chuck Close en el siguiente video…
Inspiration is for amateurs. The rest of us just show up and get to work. Every great idea came out of work. Everything. If you sit around and wait for a bolt of lightning to hit you in the skull, you may never get a good idea.
Fue un mes muy movido en las redes… y a través de Facebook, Twitter e Instagram compartí varias cosas que me llamaron la atención. Las pongo aquí para que no se me pierdan (y evitar el «yo lo publiqué la otra vez pero ya no lo encuentro»).
El pasado 5 de Diciembre mis amigos de Nice Network me extendieron su amable invitación a hacer una charla informal sobre Ecosistemas de Cooperación. La pregunta que debíamos abordar con este grupo de emprendedores era ¿cómo aprender a trabajar en comunidad?… ¿qué pasaría si algunos esfuerzos pudieran ser compartidos?
Aunque no puedo transcribir mi charla aquí, compartiré algunas de las notas que le dieron estructura al conversatorio…
La humanidad antes vivía ebria… el gran sigo de la iluminación del conocimiento (Europa, s. XVII) pasó de la cultura del vino y cerveza al café y el té con la apertura del Grand Café en 1652. Ahí empezamos a compartir ideas y mejorarlas. A colaborar.
El epítome del hombre pensante es El Pensador de Rodin. Ya no: ahora el ícono del pensamiento es una sala llena de gente rayando paredes y discutiendo. No como en un pabellón psiquiátrico, no… como en una sala de juntas moderna.
Hice tres propuestas para darle un norte al trabajo en grupo…
Ser idealistas y crear hacia una meta común.
Ser rentabilistas para generar a cada miembro, cada sesión o cada que se pueda, un proyecto que le genere beneficios y que la comunidad le pueda ayudar a impulsar.
Conformar un Think-Tank para ideas de emprendimiento, con una bolsa común de proyectos de cual cada emprendedor (o una asociación natural de ellos) saque una idea y la rentabilice.
Enfaticé mucho el tema de la confianza y la credibilidad, como requisitos para que una comunidad coopere. E insistí con mi estadística: el 87% de la gente es buena.
Atacar un proyecto también puede ser una forma de cooperar. Ahí hablé de la creación de «Red Teams» que permitan filtrar ideas. La premisa es que si todos estamos de acuerdo en una idea, puede que algo se nos esté pasando por alto.
En fin… fue un rato muy constructivo y divertido.
Aquí dejo algunas de las fotos del evento… y advierto: regularmente atiendo estas invitaciones muy encorbatado y majo, pero el tono de este encuentro era casual, lo que pueden notar en la galería en Facebook del evento.
“si un Ingeniero de Sistemas versado en cuestiones de seguridad ofrece un servicio simple de detección de vulnerabilidades por, digamos, unos quinientos dólares, tendría muchas empresas interesadas”Tweet This
“la educación virtual no está alineada con la cotidianidad corporativa”Tweet This
La idea es mantener la mente activa, y para ello creo que es una buena idea plasmar cuanta idea se nos ocurra. Por hoy, estas tres:
PRIMERA IDEA: alguien que una los contenidos de e-learning de los MOOC (Massive Open Online Courses) con una Intranet corporativa.
Cuando uno gerencia una organización se da cuenta de lo vital, lo importante e imprescindible de la actualización constante de los conocimientos de los empleados. Y uno (sobre todo yo, que precisamente vendo eso) sabe perfectamente que existen cursos en línea que darán esa solución.
Pero, y este es un gran pero (en inglés suena más chistoso),la educación virtual no está alineada con la cotidianidad corporativa. Me explico: si un empleado va a hacer un diplomado, te pide permiso para salir un poco más temprano todos los días para ir a su curso y ya: el proceso quedó inserto en el día a día. Uno ya sabe que no cuenta con ese empleado a esas horas, y él muy posiblemente estará muy juicioso estudiando sin pensar en nada más.
Cuando uno le compra un curso de estos en línea a un empleado, se genera un problema bien serio de gestión y control organizacional. ¿Cómo respetarle el horario de estudio, si uno ve que está ahí sentado y «parece» disponible porque «solo» necesita hacer pausa para atender ese urgente requerimiento de última hora que no se procesaría en caso de que estuviera por fuera de las instalaciones?
Ya todos sabemos de memoria cómo es esto:
Una vez una tecnología entra a una organización, se necesita un cambio de cultura para incorporarla al ADN corporativo.
Y creo que las intranets podrían servir a ese propósito. Una Intranet bien desarrollada podría des-agendar al empleado en todas sus horas de estudio, podría ir entregando contenidos inteligentemente para que el estudiante pudiera usar sus tiempos de ocio para hacer tareas o adelantar asignaturas, y obviamente podría usar su componente social para anunciar a los cuatro vientos ese «Excelente» que sacó en un área específica, reforzando la aprobación del grupo.
Eso sólo una idea que podría potenciarse mil veces. Si la desarrolla, se la compro. 🙂
SEGUNDA IDEA: Hacking Ético para Pequeñas y Medianas Empresas.
Ojo: muy posiblemente esto ya existe y yo, que soy medio ignorante en todo lo que ignoro, lo ignoro. ¿Me hice entender?
La cosa es que las soluciones de hacking ético son muuy grandes y diseñadas para grandes corporaciones. Básicamente consiste en contratar una empresa de hackers que buscan vulnerabilidades en las redes de la empresa y le dan indicaciones sobre posibles soluciones. Algunas, incluso, desarrollan la misma solución. El problema es que esto exige un presupuesto tan grande como el riesgo que corre la empresa en caso de ser vulnerada (pérdida de datos, confidencialidad de los mismos, etcétera), lo cual hace que los servicios de «white hat hackers» (o hackers de sombrero blanco, vaya usted a saber por qué) sean carísimos y no estén a disposición de una mediana o pequeña empresa.
Pero ya casi todas las PYMES tienen «algo» en la nube. Puede ser el correo electrónico corporativo, o un repositorio en Google Docs, unos archivos en dropbox o el acceso a la página web desde donde se reciben algunos pedidos o contactos. Estoy seguro que si un Ingeniero de Sistemas versado en cuestiones de seguridad ofrece un servicio simple de detección de vulnerabilidades por, digamos, unos quinientos dólares, tendría muchas empresas interesadas.
Se ofrecerían unas tres iteraciones para que el cliente corrija los errores de tal forma que después de la primera detección pudiera llamar a un amigo que le tape los huecos de seguridad, para después ser evaluado por segunda vez, y así hasta un tercer y definitivo diagnóstico; eso sí, creo que no sería buena idea entrar a solucionar esos problemas (lo cual lo convertiría en juez y parte y lo metería en camisa de once varas).
Se me hace muy fácil de mercadear, aunque estoy convencido que hay un trabajo muy fuerte en el área legal en donde la empresa hacker debería protegerse.
Pero que se puede, se puede. Yo también compraría estos servicios.
TERCERA IDEA: un servicio que te presente un «problema de gestión empresarial» al día.
Algo como brilliant.org, que cada día te presenta un problema matemático o científico (no más de uno) y te enseña a resolverlo en caso de que te sea muy difícil.
Creo que para los líderes de la empresa (directores, coordinadores y todo aquel con responsabilidad estratégica) es vital mantener los conocimientos en liderazgo y gestión bien actualizados. Así que un servicio como esos, que te haga preguntas diarias que tengan respuesta única, sería un hit, sobre todo si le envía los resultados a tu jefe.
Ahí ganan todos… si somos empleados y nos está yendo bien, nos pueden ascender. Si nos va regular, pueden invertir en nuestra actualización profesional. Y si somos el jefe, tanto mejor por las mismas razones anteriores.
Ahí les dejo las ideas. Si capitalizan una de ellas, me deben un café. 🙂
Desde hace poco más de un año me dejé contagiar del espíritu «runner». Cual Forrest Gump, un día salí corriendo y ya llevo más de 1.000 kilómetros acumulados; no soy velocista ni busco romper marcas, pero me lo gozo, sobre todo por un factor específico… los recalentamientos. Básicamente, es una buena práctica en este deporte hacer pequeños spints que le enseñen a tu cuerpo a responder cuando se necesita un esfuerzo extra.
El asunto es que la habilidad de responder al sobre-esfuerzo debe practicarse.
“en los momentos de comodidad, es cuando se necesita hacer un sprint, revolucionar el aparato y poner a todos a ver estrellas durante un rato”Tweet This
Es natural que los equipos de trabajo, sobre todo cuando son buenos y cohesionados, entren en zonas de confort. Al fin y al cabo, si ya todos los piñones están sincronizados y la maquinaria aceitada en su totalidad. ¿Para qué preocuparse de más?. Pues en los momentos de comodidad, es cuando se necesita hacer un sprint, revolucionar el aparato y poner a todos a ver estrellas durante un rato. Una vez terminado el sobre-esfuerzo, la siguiente vez que se requiera ya no será tan traumático, como he podido comprobar tanto en la mis carreras matutinas como en mi empresa.
Y es que en mi práctica empresarial hago esto con regularidad: sin previo aviso, recaliento la maquinaria corporativa. Una estrategia sorpresa de ventas («empaquetemos 3 productos y los ponemos al 50% pasado mañana»); producción extra («aumentaremos el tiraje tal libro en 1.000 ejemplares y produciremos 100 páginas más de contenidos»); simulacros de recuperación ante fallos catastróficos («hagamos de cuenta que nos hackearon todos los sistemas… ¿cuánto tiempo nos demoramos en recuperarnos?»); o cualquier otra estrategia en las áreas de producción, distribución o de soporte del ecosistema empresarial es válida para sacar al equipo de trabajo de zonas de confort y probar su verdadera capacidad de respuesta, ya sea sorpresa o programada con anterioridad.
“debemos tener claro qué es lo que esperamos lograr, y en caso de que no se consiga, buscar correctivos”Tweet This
Planearlo, sin embargo, no se debe hacer a la topa tolondra: las personas no están acostumbradas a estos ejercicios en donde la presión es un factor fundamental, así que debemos tener claro qué es lo que esperamos lograr, y en caso de que no se consiga, buscar correctivos para el siguiente sin entrar en cacerías de brujas o despidos masivos; de hecho, es importante evitar hacer de estos ejercicios un mecanismo de filtro de personal: si alguien demuestra poca capacidad de reacción, esta es una oportunidad para entrenarlo y descubrir cuáles pueden ser sus habilidades en casos de crisis.
Por poner unos ejemplos, ¿cómo reaccionaría su empresa en alguna de estas situaciones?
A las 8am nuestro banco anunció que se quebró y que no podemos contar con el dinero que hay en él.
El Gerente Operativo se ganó el baloto y llamó esta mañana desde Australia a decir que qué pena, que no volvía.
La competencia copió nuestro principal producto y tienen el triple de nuestro presupuesto para mercadear.
Nos hackearon y estaremos fuera del aire dos días.
“los mejores líderes son aquellos que saben hasta qué punto pueden inventarse crisis para sacar a su equipo de zonas de confort”Tweet This
Los mejores conductores de Fórmula 1 son los que saben hasta qué punto pueden revolucionar el motor, así como los mejores corredores saben hasta dónde debe llegar el sprint para que el entrenamiento no lo deje lesionado. Corporativamente, los mejores líderes son aquellos que saben hasta qué punto pueden inventarse crisis para sacar a su equipo de zonas de confort y tener bien sincronizado todo el mecanismo de gestión corporativo para cuando venga una de verdad.
Por último, no olvidemos que es un ejercicio, y que incluso Forrest Gump supo cuándo parar.
“las personas no solo pagan por los contenidos, sino por el prestigio de quien le certifica”Tweet This
“¿qué es más fácil? ¿Que el contador destine más dinero para educarse o que la educación sea más barata?”Tweet This
“La algoritmia y la programación son experticias complejas, pero extremadamente útiles, y son compatibles al 100% con el pensamiento contable”Tweet This
“La combinación algoritmia + pensamiento contable es absolutamente ganadora, no tengo la menor duda”Tweet This
“aprender a programar es aprender a pensar”Tweet This
“Ya Excel y sus sumas no es lo único que usamos: ya estamos usando prinicipios de Business Analytics y Data Warehousing”Tweet This
“con esto pondremos al profesional de la Contaduría en el lugar que se merece en la jerarquía organizacional”Tweet This
“para uno saber si algo es adecuado, debe tener un profundo conocimiento de los procesos del negocio y la forma como deben estar modelados”Tweet This
“Cualquier formación en tecnologías de punta impartida en las aulas acabará estando desactualizada al momento de que el profesional la aplique en su trabajo del día a día”Tweet This
En el marco del Primer Congreso Internacional de la Contaduría Pública, en Pereira, Colombia, me invitaron a hacer una ponencia sobre el futuro de la educación del Contador Público. Esta fue la ponencia… y abajo, la transcripción.
Transcripción
En actualicese.com hemos estado luchando en los últimos 14 años con la difícil tarea de darle sentido al proceso de formación, desarrollo y capacitación del Contador Público; pero nuestra perspectiva no está tan ligada a la estructura académica que corresponde a procesos formales de capacitación profesional como el que se desarrolla en los entornos universitarios, sino a lo que requiere el Contador Público en su día a día; eso hace que en nuestra experiencia estemos más cercanos al desarrollo de capacidades específicas del entorno empresarial, para lo cual debemos entregar conocimiento y entrenar las habilidades técnicas y funcionales del profesional. Por ello, encuentro muy relevante los tópicos respecto al entrenamiento en capacidades tecnológicas del Contador Público.
La IFAC dice que el Contador debe tener competencias tecnológicas
Pero entremos en materia: en el documento sobre las Normas Internacionales de Formación en Contaduría de la IFAC, en el punto 8 de la IES número 2, dice textualmente que el componente de la tecnología de la información que debe integrarse en los contenidos de los programas de formación profesional en Contaduría debe incluir un conocimiento general y de control de las tecnologías de la información y deben desarrollarse competencias en el control y uso de dichas tecnologías; además, recalca la IFAC que también se debe incluir una mezcla de las competencias correspondientes a las funciones gerenciales, de evaluación y de diseño de los sistemas de información.
Es claro que este enfoque es correcto, pero que debe ser mucho más específico al momento de la generación de un plan de formación que genere una sólida estructura sobre la cual se pueda capacitar y actualizar al profesional, porque todos sabemos que la tecnología cambia a mucha más velocidad de lo que alcanza alguien a actualizarse. Cualquier formación en tecnologías de punta impartida en las aulas acabará estando desactualizada al momento de que el profesional la aplique en su trabajo del día a día.
En la revisión de este estándar que será efectivo a partir del primero de Julio de 2015, ya disponible en la página de la IFAC, se resalta que las competencias técnicas de un contador deben incluir las competencias para elaborar reportes financieros, administración y management, tributación, aseguramiento y auditoría, gobierno corporativo, gestión de riesgos, control interno, normatividad y regulaciones, economía, estrategias de negocios y tecnologías de información.
En este último punto, que es el tema que estoy tratando, la IFAC no termina ahí: indica que el Contador Público debe estar formado en tres puntos específicos…
1. El CP debe estar formado en análisis y evaluación de Tecnologías de la Información
El primero, debe poder analizar si los controles de las tecnologías de la información y las aplicaciones corporativas son adecuados. Ojo con esto: para uno saber si algo es adecuado, debe tener un profundo conocimiento de los procesos del negocio y la forma como deben estar modelados para que el sistema contable, el ERP, los CRM o cualquiera de los programas que se encargan de controlar la actividad de la empresa estén acordes a ellos. Esto es muy importante: la IFAC no aspira a que el contador solo sepa en qué consisten esos sistemas, sino que además de saber, conozca en profundidad cómo se unen ellos con el día a día de la empresa, con los tornillos y los engranajes.
2. También debe poder explicar el alcance las aplicaciones corporativas
En segundo lugar, la revisión para el 2015 de la Norma Internacional de Formación número 2 pide que el Contador Público pueda explicar cómo dichas aplicaciones corporativas contribuyen al análisis de datos y la toma de decisiones dentro de la empresa. Si logramos formar Contadores con este perfil, señoras y señores, estamos dando un gigante paso hacia la consolidación del Contador Público como un consultor de primer nivel en la jerarquía empresarial, sacándonos de la tradicional teneduría de libros y de la gestión de relaciones con el sector gobierno, que es un papel mínimo para las posibilidades que realmente tenemos como profesionales.
Esto es importante: en el momento en que el contador público esté en capacidad de hacer una evaluación certera del flujo de datos de una organización y la forma como dichos datos puedan ser tratados como insumo para la toma de decisiones, no sólo estaremos dando un paso gigante hacia la automatización de las labores del día a día que tiene como consecuencia muy deseable que se pueda dedicar más tiempo a agregar valor a los procesos de decisión en las direcciones y la gerencia, sino que con esto pondremos al profesional de la Contaduría en el lugar que se merece en la jerarquía organizacional.
3. … y debe poder tomar decisiones basado en Business Analytics
Por último, resalta la IFAC en el tercer punto sobre las Tecnologías de la Información que debe dominar el Contador Público que este debe poder tomar decisiones de negocios basado en datos de Business Analytics, que en términos simples es el compendio de información sobre el estado del negocio, del entorno y de nuestra relación con él, además del necesario benchmarking para saber si los indicadores de gestión empresarial corresponden a los de empresas similares del mismo sector, algo que está disponible mediante numerosas herramientas online ya existentes pero que pocas empresas usan, ya que para poder hacerlo se requiere una contabilidad ordenada, que siga los estándares para poder implementar criterios de comparabilidad.
Todo lo anterior recalca la importancia de la formación en tecnologías de información al Contador, y la razón es obvia: estamos en el siglo XXI, por Dios, y no podemos pensar que seguiremos haciendo nuestro trabajo sin contar con las herramientas avanzadas que ya se están volviendo más asequibles y más baratas. Ya más y más universidades están empezando a formar profesionales en línea, y desde el sector privado, más específicamente en las casas de software, se están preocupando por mantener actualizados a los contadores a través de internet. Ya Excel y sus sumas no es lo único que usamos: ya estamos usando prinicipios de Business Analytics y Data Warehousing cuando interactuamos con sistemas que nos arrojan tanto información tributaria para la administración de impuestos, como Estados Financieros y Balances para la alta gerencia.
En actualicese.com hemos sido testigos de que el profesional de las áreas financieras y económicas más cercano a la tecnología es el Contador Público: los sistemas de información que usamos en el día a día requieren de nosotros tener computadores de última generación; la misma dinámica de actualización del caos tributario que tiene nuestro país nos obliga a capacitarnos en línea, ya que no tenemos tiempo de ir a todos los eventos que todos los días se producen. De hecho, si un Contador Público fuera a todos los eventos de actualización profesional que debiera ir en el transcurso del año para mantenerse al día en la cambiante normatividad de nuestro país, tendría que invertir un promedio de 14 millones de pesos y 35 días hábiles por año… ¿quien tiene tanto tiempo y tanto dinero?
Por eso la actualización de las competencias profesionales del Contador Público, supremamente necesaria para su ejercicio profesional, se hace mejor en línea.
Mis dos granitos de arena para esta discusión: uno sobre el qué, y otro sobre el cómo estamos llevando los procesos de formación del Contador Público.
¿Debería saber el contador acerca de principios de programación?
En este momento hay un movimiento liderado por Bill Gates, Mark Zuckerberg (el dueño de Facebook) y otros pioneros del mundo digital en donde estuvo también Steve Jobs, el genio detrás de Apple. Dicho movimiento propende por la enseñanza, desde las aulas de educación básica, de fundamentos de programación, bajo un supuesto simple: aprender a programar es aprender a pensar. Creo que tienen razón: los Contadores Públicos deberían tener una formación básica en programación, porque estoy convencido que el profesional de la contaduría tiene en su estructura cognitiva una afinidad clara con los fundamentos algorítmicos.
La respuesta es sí… por:
Y creo que Supermán quedaría en pañales al lado de un profesional contable que sepa de programación, por tres razones básicas:
Primera: el contador aprenderá a resolver las cosas más ágilmente.
Gran parte de la información en las empresas están almacenados en sendas bases de datos, de las cuales para extraer cifras sólo es posible a través de los reportes estándar del software instalado. Algunos informes no son tan obvios, y requieren filtros y conexiones internas que no son fáciles de procesar. La solución típica es exportar sábanas de datos en hojas en excel y trabajar durante horas depurando estos informes. Con ciertos conocimientos de algoritmia, extraer información de las bases de datos corporativas será mucho más fácil y hará mucho más ágil nuestro trabajo: Excel es una maravilla, y soy su mayor defensor (he dicho antes que “en Microsoft a los inteligentes los mandan a hacer Excel y a los tontos a hacer el software que instala impresoras”), pero si sabemos cómo pedir al Ingeniero de Sistemas cierta información basados en sentencias algorítmicas y un poquitín de SQL (que es el lenguaje usado para interactuar con bases de datos), el Contador Público será el nuevo superhéroe en la empresa actual.
Segunda: pensar algorítmicamente permite ver TODO más claramente
El pensamiento algorítmico es una disciplina que se puede adquirir con tiempo, pero paga su recompensa en la capacidad de resolución de problemas de mediana y alta complejidad con relativa facilidad. Este tipo de estructura mental no es ajena a los profesionales de las áreas contables, de quien sus labores exigen un mínimo de orden y lógica. Y además, es divertido. He visto ejemplos de Contadores Públicos gomosos de la programación, que cuando abordan un problema, digamos, tributario, desde una perspectiva algorítmica encuentran soluciones que otros tardan más en encontrar. Además, no hay que dejar de lado las habilidades inherentes a la profesión contable: la atención por los detalles y el olfato auditor hacen una combinación envidiable cuando se mezcla con el quehacer tecnológico. La combinación algoritmia + pensamiento contable es absolutamente ganadora, no tengo la menor duda.
Tercero: eleva el nivel de la conversación corporativa…
…y convierte al Contador Público en consultor, que es lo que al fin y al cabo quiere lograr la IFAC con las Normas Internacionales de Formación que discutimos hoy.
En las disciplinas administrativas es bien sabido que quien sobresale no necesariamente es el que más sabe, sino quien aporta más soluciones. Pareciera que es la misma cosa, pero no lo es, y todos lo hemos vivido: ¿cuántas veces hemos tenido la solución a un problema en nuestra cabeza, pero por no saber expresarla o estucturarla se queda ahí?
¿En cuántas ocasiones el entender las cifras, los balances , los estados de resultados y el delgado filamento que compone las finanzas de la empresa ha dejado de traducirse en propuestas claras de desarrollo de negocios por el simple hecho de que no podemos acceder a las minucias y el detalle de las operaciones que residen en la toda-conocedora bodega de datos corporativa?
Dar con estos datos y con esta información no se puede hacer sin un conocimiento profundo de las información de la empresa, que no siempre está bien expresada en los reportes contables, sino que provienen de otra realidad que el mismo Contador Público está en capacidad de mostrar, y que lo hará mucho más eficientemente si con sus recién ganadas habilidades programacionales extrae la información sin necesidad de esperar a que el departamento técnico se digne escuchar sus súplicas.
En resumen, sobre mi primer granito de arena:
La algoritmia y la programación son experticias complejas, pero extremadamente útiles, y son compatibles al 100% con el pensamiento contable, por lo que no creo que un profesional de esta área tenga dificultades abordando su aprendizaje. Las universidades deberían evaluar con seriedad incluir una cátedra de introducción a la programación algorítmica como parte de sus programas de formación en competencias tecnológicas del Contador Público.
Mi segundo granito de arena tiene que ver con la forma como nos estamos formando.
Como dije antes, no todos tenemos ni el tiempo ni el dinero para poder formarnos ni actualizarnos: el Contador Público colombiano gasta, según un estudio que hicimos en actualicese.com hace unos pocos meses, un 1% de sus ingresos anuales en actualización profesional. Eso dista muchísimo de ser un presupuesto serio que permita un cambio real en las perspectivas de futuro de cualquier profesional: se necesita cinco veces esa cantidad para cubrir las necesidades mínimas de formación que mejore realmente su nivel de ingresos. Aquí entonces la pregunta es… ¿qué es más fácil? ¿Que el contador destine más dinero para educarse o que la educación sea más barata?
La educación pareciera que, como muchos otros ítems de nuestra canasta de consumo, se rige por el principio que une a la calidad con el precio. Entre más barato, menor calidad. Pero no nos dejemos engañar, porque los factores que encarecen la educación de calidad no están necesariamente en el contenido sino en la forma como se imparte. Un profesor con un máster o con un PHD, es muy caro cuando lo ponemos a dictar clases a 30 personas. ¿Que pasaría si lo hiciera a 300?
Thomas Friedman, ganador en tres ocasiones del premio Pullitzer, decía que según sus investigaciones que «Las grandes rupturas suceden cuando lo que de repente está disponible se encuentra con algo que se necesita desesperadamente«.
Ya vimos lo que se necesita desesperadamente: educación de calidad, pero barata.
Si las grandes rupturas y las revoluciones en un campo específico se dan cuando lo que se necesita desesperadamente se encuentra con lo que justo ahora se vuelve disponible, estamos a punto de ver una revolución de la educación. ¿Por qué? Porque llegaron los MOOCS, los Massive Online Open Courses, que traducen Cursos Abiertos Masivos En Línea, que no solamente están siendo implementados entusiastamente por las Universidades más prestigiosas, como Standford y Harvard, sino que están generando ganancias inesperadas.
Ustedes me dirían, ¿cómo puede ser que dejar los contenidos de los cursos disponibles, gratuitamente, a través de Internet genere ganancias?
Muy simple: porque las personas no solo pagan por los contenidos, sino por el prestigio de quien le certifica. Las universidades que mencioné tienen a grandes profesores, muy prestigiosos, dando cursos a 500 personas en promedio en este tipo de formatos, en donde los costos de infraestructura como ladrillos, aire acondicionado y videoproyectores han sido reemplazados por ancho de banda en Internet y honorarios generosos para los profesores. Con costos mucho menores, la Universidad gana al certificar en los conocimientos impartidos con sendas evaluaciones y muchos menos horas presenciales. Un gana y gana para el estudiante y para la universidad.
Ahora, este esquema aún tiene inconvenientes: solo el 15% de quienes se inscriben a estos cursos terminan graduándose, lo cual es una tasa de deserción muy alta, pero que ha venido mejorando consistentemente con el paso de los años.
Otro factor interesante es que quienes se inclinan más a tomar este tipo de modalidad son quienes ya han tenido la experiencia de tomar cursos presenciales de pregrado. Por ello, la experiencia a nivel mundial con los MOOCs, o Cursos Abiertos Masivos En Línea, indicaría que deberíamos iniciar dando cursos de postgrado, maestrías, diplomados y especializaciones antes de zambullirnos en este esquema con los cursos de pregrado.
Ya este camino está siendo recorrido, y las tendencias de este tipo, aunque se tardan, nos van a llegar tarde o temprano. Ese es mi llamado el día de hoy: acojamos las MOOC, porque estas nuevas tecnologías nos permitirán dar más cobertura con mejores condiciones a los profesionales de la Contaduría.
Finalizo entonces: es muy, muy importante que involucremos las cuestiones tecnológicas en la formación del Contador Público, y en el espíritu de lo que han impartido las Normas Internacionales de Formación de la IFAC, estamos en mora de darle un impulso fuerte a la profesión implementando nuevas ideas y nuevos paradigmas.
(Estas son unas notas sueltas para un ensayo en construcción…)
Hay dos tipos de personas que no nos molesta que sean ricos: quienes nos curan y quienes nos hacen más inteligentes. Hay una tercera categoría -quienes nos entretienen- pero en mi concepto es una anomalía económica de nuestros tiempos (nunca un juglar fue millonario), así que no me referiré a ello ahora.
“nuestro sistema está diseñado para transferir riqueza solo a quienes saben cómo maniobrar en él”Tweet This
El problema es que nuestro sistema está diseñado para transferir riqueza solo a quienes saben cómo maniobrar en él, principalmente políticos y comerciantes, dejando por fuera a quienes son los gestores de bienestar primario: los médicos, los científicos y los maestros.
No sé a ustedes, pero a mí no me molestaría ni poquito que el pediatra que trata a mis hijas llegue en su BMW, de buen humor y sin angustias, de tal forma que su atención sólo esté centrada en su paciente y en su permanente capacitación profesional. Me aterra la idea de que mi cardiólogo esté preocupado por sus cuentas mientras me hace una cirugía de corazón abierto, y ojalá hubiera dormido mucho la anoche anterior y esa mañana hubiera desayunado mientras lee el último estudio de laboratorio que indica que mi operación puede ser mucho menos dolorosa si utiliza la técnica X, descubierta recientemente por un médico igual de feliz y relajado que él en otra parte del mundo.
“La única preocupación de un maestro sin afugias económicas serían nuestros niños…”Tweet This
Tampoco me molestaría ver llegar el profesor de matemáticas de mis hijas en una limosina, porque seguramente en el camino desde su suntuosa casa tuvo tiempo de meditar sobre su nuevo experimento para hacer el álgebra más fácil, más cotidiana y menos acartonada. La única preocupación de un maestro sin afugias económicas serían nuestros niños… cómo hacerlos más inteligentes, más estructurados pero más soñadores, más atrevidos en el uso de su conocimiento para el beneficio de todos cuando les llegue su turno.
«Que nadie se enriquezca» no es una opción en la sociedad moderna. Alguien lo será, mientras haya quienes estemos dispuestos a pagar un poco más con tal de obtener algo de mejor calidad… y sin lugar a duda, la salud y la educación son algo por lo cual no me importaría trabajar más duro con tal de obtener lo mejor de lo mejor.
El sistema actual es defectuoso… y para poder que lleguemos a semejante utopía debemos ser más creativos e inteligentes. Y si no lo logramos, podemos echarle la culpa a las cuentas sin pagar de nuestros profesores, que nos quitaron la posibilidad de soñar fuera de los esquemas actuales y así dejar de enriquecer políticos y que los médicos, científicos y maestros estén en la punta de la pirámide.
1. Un apuntador para conferencistas (de esos que sirven para cambiar de slide el Powerpoint y tienen apuntador láser) con memoria USB para guardar las conferencias. Y opcionalmente, con módem.
2. Cupcakes con mensajes divertidos. Así como las galletas de la fortuna, pero que cuando uno termine de comerlo le aparezca un letrero divertido («OJO: este pastel hace parte del lote con laxantes. No distribuir.», «¿Tu crees que ese recubrimiento verde era… ¿dulce? Ah, ok»). O de amor. O de amistad. O de lo que sea…
3. Plugins empresariales para WordPress. Una empresa que SOLO haga plugins para poner a funcionar o adaptar. Sería un hit.
4. Curaduría de contenidos para Intranets: tal como los canales de DirectTV, las grandes empresas podrían contratar un servicio de contenidos diarios sobre temas de su industria, de mejoramiento humano, de negocios, de técnicas de productividad… todos curados (seleccionados) por alguien con criterio.
6. Ghostwriting para CEOs de empresas: una carta semanal del dueño o gerente general a sus empleados podría contratarse a destajo. Una llamada telefónica para definir el tema y el tono y un par de correos electrónicos con la aprobación, y el ghostwriter (escritor por outsourcing) entrega una carta de máximo 3000 caracteres para ser distribuída por el mailing interno. Sería una ayuda INMENSA para los departamentos de comunicaciones corporativas.
Nota: en Colombia, «descreste» se refiere a algo que impresiona o sorprende.
¿No le pasa, estimado lector, que ve un proyecto y de inmediato piensa «y esto por qué no se me ocurrió a mí»?
A mi me pasó con Kickstarter.com; después de muchos años buscando financiación para proyectos de jóvenes emprendedores, aparece esta brillante implementación y quedé sin palabras. Esta es la descripción que dan en su website:
Kickstarter es la más grande plataforma para proyectos creativos. Cada semana decenas de personas ayudan a fondear proyectos en el mundo de la música, tecnología, diseño, publicidad y otros campos creativos.
Se me ocurren varias cosas con esta plataforma:
¿Por qué no hacer un sistema igual para latinoamérica? (esa idea es obvia, pero tiene un inconveniente local… si no se maneja bien, la legislación contra la captación masiva y habitual de dinero puede darle un duro golpe).
Para proyectos editoriales sería genial… «Aquí está mi idea para un libro… necesito $X para iniciarlo. Si me lo ayudas a fondear con $W, recibirás una copia. Por $Y recibirás una dedicatoria. Por $Z recibirás 100 copias para entregar a tus clientes/amigos/conocidos».
Para servicios profesionales: «Necesito $X para crear un portafolio en línea. Si me das $W te daré una hora de consultoría, por $Y un día de asesoría y por $Z un mes de atención personalizada».
Vuelvo y repito… ¿cómo no se me ocurrió antes?
Nota final: si quiere divertirse viendo proyectos interesantes en Kickstarter, mire esto.
Otra nota: Jorge Villegas me indica la versión española, en donde todo lo que escribí arriba se hace mucho más obvio: http://lanzanos.com
La historia de Enterprise, especializada en arrendamiento de automóviles, es una clara muestra de recursividad y capacidad de respuesta en tiempos de crisis.
Hubo una anécdota que me sorprendió: cuenta su CEO Jack Taylor en el libro de Kirk Kazanjian que en medio de una de las crisis económicas que en las últimas décadas a azotado a Estados Unidos, descubrieron que la tasa de compra de automóviles había bajado dramáticamente.
Obviamente, si la gente no compra automóviles nuevos, quiere decir que el mercado del usado se mueve más. Y si se mueve más, quienes están de plácemes son las compañías de reparación mecánica. Y como estas tienen más flujo de clientes, eventualmente estarían más congestionadas.
La pregunta que se hizo Taylor es brillante: si he llevado mi automóvil a reparar, y por congestión de trabajo del mecánico no puede entregarme a tiempo… ¿en qué me movilizo mientras tanto?
Este tipo de pensamiento alternativo llevó a Enterprise a firmar uno de los contratos más lucrativos de su historia: el servicio de préstamo de automóvil mientras está en reparación con las compañías de seguros.
Queda claro que a veces es más importante hacer las preguntas correctas que saber todas las respuestas.
Aquí hay unas cuantas ideas de negocio que me encantaría ver implementadas…
1. Un servicio de contenidos para Intranets.
Las Intranets son páginas web internas de las empresas que sirven para comunicación corporativa restringida a los empleados. Estuve en ese negocio muchos años y aparte de las posibilidades tecnológicas, me pregunté por qué no había alguien que desarrollara contenidos específicos para la empresa. Por ejemplo:
La cita del día (citas de negocios o de motivación)
El resumen del libro de negocios de la semana (o ventas, o de lo que sea relevante a la industria en la que se mueve la empresa). Hay muchos servicios por ahí que pueden licenciar sus contenidos, o simplemente es pagarle a alguien para lea y resuma. (¡Já, esos simplemente suenan bien, no?)
La carta del presidente, CEO o director general (en una modalidad de Ghostwriting).
Una reseña del empleado («Esta semana, conozcamos más a Jaime, del Área de Costos»).
«Esto es lo que pasa en nuestra Industria… y estos son los lanzamientos más recientes de nuestra competencia».
Y así…
Hay muchos contenidos que se pueden desarrollar, pero no hay alguien dedicado en la empresa a hacerlo. Un buen comunicador, periodista o redactor podría sacar adelante una buena cantidad de contenidos que pueden ser licenciados y vendidos a mil empresas.
Se me ocurren mil ideas para potencializar esto.
2. ¿Dónde me saldría más barato mercar hoy?
Imagine esto: un usuario envía una foto de su último mercado a un website. Alguien (o algún mecanismo automatizado) la digitaliza. La aplicación, que está contrastando precios y promociones del día en los distintos supermercados locales, le podría estimar a uno en dónde y cuándo saldría más barato hacer dicho mercado posteriormente.
Precio del mercado hoy: Exito – $$$$, Carrefour – $YYYYY.
Precio del mercado mañana: La 14 – $$$$, Carrefour – $YYYYY, Olímpica $$$$.
Obviamente la aplicación debería contar con un sistema de geolocalización que sepa en qué ciudad y en qué área vivimos.
¿Sería genial, no?
3. Una aplicación en línea para leer más rápido
Ya tenía redactado el listado funcional, pero los de http://readfa.st se nos adelantaron. Y lo hicieron maravillosamente.
Lo siento, muchachos, el mundo de los negocios es así.
Recuerde: posiblemente estas cosas ya existan, o sea que si quiere hacer negocios con ellas primero investigue.
Y si se hace archi-mega-multi-millonario con alguna de estas ideas, recuerde que me debe un café. 🙂
Si uno necesita un taxi se puede salir a la calle o llamar a una central de taxis. Si el servicio está bien montado, un operario recibirá la llamada, gelocalizará al taxi más cercano a la dirección solicitada, lo asignará y ya.
Esto es más o menos lo que hará Gigwalk.com con los servicios de investigación de incidentes, tan requeridos por empresas de servicios mixtos, contratistas y transportadores.
Y este seguramente será el futuro de los servicios de contratación de solución de incidentes domicilarios, llámense como se llamen: telefonía, servicios públicos, mandados, tareas, servicio técnico de computadores, etcétera.
La persona llamará a un número, el cual geolocalizará a los 2 contratistas más cercanos, definirá el tiempo de llegada y dará estas opciones al cliente, quien decidirá según precio y disponibilidad.
Creo que alguien debería ir montando este negocio.
Y rápido.
PD: Si lo hace, y se vuelve multimillonario (seguro que sí), recuerde que me debe un café. Con una de azúcar no más, por favor. 🙂
Actualización:
2011-05-10: Reparanet.es tiene un servicio más o menos parecido. Vale la pena chequearlo.
Sería una empresa multimillonaria, no tengo la menor duda. Y un alivio para los que somos padres.
Sólo trabajaría 12 horas a la semana: desde las 6 de la tarde del domingo a las 6 de la mañana del lunes.
El (desesperado) padre sólo necesitaría enviar la tarea vía email, y se entregaría la cartelera (o tarea supercomplicada) lista antes de las 6am, hora en que el pequeño y descuidado estudiante sale al colegio.
Y dado que no falta el padre masoquista, y las papelerías ya están por cerrar a esa hora, se me ocurre otro servicio opcional: entrega a domicilio de colbón, pliegos de cartulina, tijeras para zurdos, mapas del mundo impresos, fotos de vegetales y demás. (Nota: también se puede crear la versión «plus» de este servicio: «si se rinde, sólo nos llama y nosotros completamos el trabajo por usted por un pequeño precio adicional«).
Si alguno de ustedes se anima a armar una empresa así, les ruego me avisen. Seré el primer cliente. Y hasta inversionista, pues! 🙂
En este lugar pongo mis notas: ideas de negocio, pensamientos en borrador, pedazos de ensayos, citas a trabajos de otros y pequeños relatos (publicados y sin publicar).
Si le gusta un cuento, por favor cuénteme por algunared social; o si alguna idea de negocios le produce dinero, me debe un café. En eso soy irreductible.
20 Ago 2022
Apofenia
Cuando estamos expuestos a información masiva (de datos, de sucesos, de noticias, de trivialidades e irrelevancias) nuestro cerebro no resiste la tentación de intentar conectar esos sucesos, de buscarles significado.
Queremos que todo esté conectado.
Queremos que todo signifique algo.
Que las correlaciones sean causas, que las trochas sean caminos y que la razón se amañe a nuestra intuición.
Con la facilidad de acceso a mercados masivos de datos, creer que una moda es tendencia es una tentación difícil de eludir.
Las nubes con forma de animales no son animales, son nubes: para que exista significado hay que enmarcarlo en conocimiento. Y esa tentación debe convertirse en una tarea: confirmar, descartar o profundizar.
Ya nos entrenamos en acceder a la información. Ahora solo queda convertirla en conocimiento.