Creo que el modelo de publicidad por Internet debe ser revaluado lo más pronto posible.
La publicidad por interrupción es costosa, y dada la naturaleza social de estos medios, no es tan efectiva dado la pequeña ventana de atención y la «ceguera selectiva a los banners».
Durante semanas he estado tentado a hacer una prueba en actualicese.com (aunque no he podido por compromisos comerciales previos): esconder toda la publicidad «de relleno» en lugares que no tengan un contrato fijo de pauta. Afuera con todos los banners. Dejar la página limpia, sólamente mostrándose la publicidad si está contratada para esa página específica.
Así, mis usuarios sólo verían publicidad relevante. Y mi apuesta es que la ceguera selectiva se eliminaría de un tajo.
No, esa frase en latín no quiere decir “las vacas no hablan”, como lo cuenta nuestro admirado Darío
Quiere decir “Hechos, No Palabras”.
Un plan sin ejecutarse no vale ni el papel donde se escribe.
A un sueño no se le hace justicia contándolo, si no haciéndolo realidad.
Los más ingeniosos planes empresariales que he conocido parecían idioteces merecedoras de rechiflas y burlas. Y paradójicamente, las recibieron quienes los abandonaron, generando un interesante círculo vicioso del fracaso (losers atacando losers que se dejan atacar).
Y las grandes empresas se forjan a través de pequeños hechos.
La reflexión al final del día es… ¿qué hechos produje hoy para hacer realidad mi sueño?.
Muchos expertos en Marketing dicen que hay que escuchar siempre la voz de los usuarios, que los estudios preliminares son la herramienta fundamental de decisión frente a la salida al aire (o no) de algún producto o servicio.
Yo no.
Creo que muchas de las respuestas que da el mercado son engañosas y deben ser sujetas a una lectura sin superficialidad.
El caso del iPad, por ejemplo. Supongo que el estudio de mercado contratado por Apple indicó los mismos comentarios que recibió a unas pocas semanas de su lanzamiento: «Un iPod grande», «un portátil sin teclado», etc.
Pero A Jobs no le importó. De hecho, no le importa. Tiene una visión de mercados clara. Y los números lo respaldan.
Las reacciones de las personas son interesantes, variadas y muchas veces equivocadas. No pocos lo logran, pero quienes tienen la coherencia y la convicción suficiente para atacar su mercado con innovaciones que serán atacadas por los no-convertidos, tienen un futuro promisorio.
En el caso de Jobs la voz de los usuarios no es tan importante. Que envidia.
Es más importante ser honesto que enseñar sobre honestidad, por ejemplo.
Aquel que hace no necesariamente es. Una persona mala puede hacer cosas buenas (como las generosas viviendas que daba Al Capone a las madres de sus jíbaros del alcohol).
Pero aquel que es, casi siempre hace. Quien es bueno, termina haciendo cosas buenas.
A los empresarios que me preguntan, siempre les devuelvo la pelota: ¿usted quiere hacer cosas innovadoras, que sus clientes lo amen, le compren y le re-compren?…
En el post anterior hablé un poco de la Ventaja Acumulativa.
Y eso me hizo releer algo que escribí hace ya casi tres años al respecto:
(…) si a usted y a una persona muy rica le dan hoy mismo 1 millón de dólares, su contraparte tendrá muchas más posibilidades de multiplicar el dinero y mantenerse rico a pesar de los riesgos.
Es como poner a competir a un corredor sin calentar con otro que lleva media hora corriendo.
La pregunta es: ¿cómo competir con un corredor que ya lleva media hora de pre-calentamiento?
Mi respuesta: corriendo y compitiéndole. Puede que perdamos las primeras carreras, pero después, su ventaja se habrá extinguido.
El mercadeo tradicional dicta que debemos aprender a escuchar la voz de las mayorías. Según esta premisa debemos asumir que cada individuo toma decisiones independientemente de la opinión de los demás.
Y esto no es cierto.
Por ejemplo, es poco probable que uno escuche una canción porque la descubrió en un añejo repositorio musical. Pero es mucho más probable que la escuche si un amigo/conocido se la ha referido o la ha escuchado en los medios.
La Ventaja Acumulativa con la que parten los productos (artistas en nuestro ejemplo) es asombrosamente más poderosa en términos de penetración de mercado. Y pelear con ello es complejo, y caro.
Por ello, si no contamos con dicha ventaja (ni con su inmenso presupuesto), mi consejo es utilizar técnicas para capturar «cazadores de joyas» que rieguen la bola y cuenten a los demás acerca de nuestro producto.
¿Cómo cazar a un «cazador de joyas»? Eso es otro tema. Pero es la forma correcta de voltearle la torta al mercadeo tradicional.
«No quería componer otro Quijote -lo cual es fácil- sino el Quijote.
(…) no se proponía copiarlo. Su admirable ambición era producir unas páginas que coincidieran -palabra por palabra, línea por línea- con las Miguel de Cervantes».
Me parece increíble que una tarea imposible en términos literarios («pero no menos interesante«, decía Borges en su cuento) parezca el lugar común de muchos emprendedores por estos días.
«Voy a hacer algo muy parecido a Twitter…», «desarrollaré una comunidad virtual para que los amigos compartan eventos y fotos…», «en mi website, la gente podrá subir sus vídeos y distribuirlos».
Been there, done that. Copiar no funciona (bueno, no siempre).
Y Menard, el malogrado autor de El Quijote, lo ratifica:
«Mi empresa no es difícil, esencialmente. Me bastaría ser inmortal para llevarla a cabo».
De los tres pájaros que estaban en la cerca, dos decidieron volar lejos, muy lejos…
¿Cuántos pájaros quedan?
Respuesta: tres pájaros
Moraleja: decidir algo no es suficiente. Hay que hacerlo.
Gracias a Estudios EOS México por la imagen (es una lámpara, originalmente). Y a Robert, por todo lo demás.
Este post lo publiqué anteriormente y había decidido re-publicarlo alguna vez. Pero como decidir no es hacer, se me fueron 3 años. Hoy hice.
El «sesgo del sobreviviente» (survivor bias – se reciben mejores traducciones) es explicada por el matemático Nassim Taleb como una falacia económica común: repetimos las técnicas de los ganadores sin tener en cuenta la cantidad de perdedores que también las aplicaron.
Y lo vemos todos los días: «esta técnica te hará millonario inmediatamente» , «pierde peso con facilidad con esa sencilla dieta que siguió X personaje famoso», etcétera.
Lo interesante es la pérdida tan enorme de tiempo y energía que demanda a muchos emprendedores el seguir caminos que han transitado algunos ganadores y muchos perdedores.
Pienso que muchos de los que hemos seguido experiencias de terceros para reafirmar nuestros planes de negocio ganaríamos más tiempo entrevistando a un par de personas a las cuales NO les haya funcionado.
Creo que es igual de enriquecedor escuchar al experto y aprender del perdedor.
Hay pocas cosas que valore más que la gente franca y directa. Y si están dentro de mi empresa, lo valoro muchísimo más. El problema es que hay un montón de factores culturales que lo impiden y lo convierten en un raro tesoro, tal como lo pude entender en la investigación de un afamado economista.
El accidente, que produjo 73 muertes, se dio por la incapacidad de los pilotos para comunicar de una forma clara a la torre de control que no tenían combustible. Básicamente, por un exceso de respeto de los pilotos a los controladores aéreos.
Dicho «exceso de respeto» es determinado, según Gladwell, por el IDP (Índice de Distancia al Poder), el cual determina la capacidad de comunicarnos entre las jerarquías existentes en nuestra sociedad.
Un alto IDP indica que respetamos mucho a la autoridad.
Colombia, por ejemplo, tiene un alto IDP: 65. Aunque no tan alto como en Rusia (93) ni tan bajo como Estados Unidos (40). Esto hace que le demos rodeos y vueltas cuando nos comunicamos con una autoridad («si no es mucho problema, quisiera que, tal vez, si usted lo considera conveniente, me ayude con… pero si no es mucha molestia, claro«).
En en serio: para quienes somos responsables de una organización, un «Jefe, está equivocado» es valiosísimo. Adición [2010-09-14]: Y aquel jefe que lo entienda como una falta de respeto o un atrevimiento inadmisible, tiene serios problemas de autovaloración. Insisto: el respeto no se exige, se gana.
Y considero más valioso ese atrevimiento, sabiendo ahora que es una consecuencia de un índice cultural tan tonto.
Ese era el nombre del río en el cual, en el año 49 a.C., Julio César pronunció la frase «alea iacta est» («La suerte está echada»). Se disponía a cruzarlo e iniciar una guerra civil en Roma.
Desde ello, la frase «cruzar el Rubicón» es sinónimo de «lanzarse irrevocablemente a una empresa de arriesgadas consecuencias».
Con todas las herramientas actuales para medición de mercados, creo que ese riesgo ha sido reducido. Ya nos estamos quedando sin excusas para cruzar nuestro Rubicón.
Por lo menos a Julio César le salió bien. Y yo no me quejo.
Cuando en Servicio al Cliente o en Marketing asumimos una postura falsa, nuestros usuarios lo notan y lo rechazan, aunque no puedan expresar con palabras exactamente qué pasó. Tal como sucedió con el primer corto de Pixar, en donde un bebé extremadamente humano generó rechazo en el público.
Demasiada amabilidad y mucha condescendencia generan la sensación de “aquí hay gato encerrado”, y termina devolviéndose negativamente.
Otra razón más para ser, antes que hacer. El hacer viene por añadidura.
Definitivamente, las crisis son las mejores generadoras de ideas. Jason lo demuestra: desde Enero de 2009, usa una camiseta (t-shirt) distinta cada día, con el logo de algún patrocinador.
Ideas así de tontas se le ocurren a muchos a diario… lo interesante aquí está en la forma como lo llevó a cabo, y la manera en que le está generando dinero: si mis cálculos son correctos, generará $133.590 en el 2010.
Cada vez que alguno de los panelistas principales de La W se ausenta, la excusa es que está «en trabajo de campo». Los oyentes nunca sabemos si es que están de vacaciones, trabajando o con alguna gripa.
Pues bien, llevo una semana en «trabajo de campo». Básicamente, no le he sacado tiempo al blog; no me gusta decir «no he tenido tiempo» porque no necesariamente ha sido esa la razón. Pereza, desmotivación, ganas de jugar Guitar Heroe, sacar a mis perros a dar una vuelta u otras razones igual de trascendentales pueden ser la razón. Pero también pueden serlo el hecho de tener que preparar conferencias, liderar a mi equipo de trabajo o crear un nuevo producto.
Pero en general, en estas semanas han pasado cosas interesantes, las cuales trataré de tratar con más detalle en este mismo espacio:
Estuve en el evento «Megatendencias» con Chris Hughes (co-fundador de Facebook) y Chris Sacca (ex de Google, socio de Twitter ahora). Hice un cubrimiento más o menos completo desde Twitter.
Acabé varioslibrosinteresantes, y reinicié otros. Sigo con mi cuarentena de compra de libros, hasta que no termine los 300 que tengo en mi mesa de noche.
Lancé varios productos en actualicese.com, y también hice varios experimentos con la base de compradores. Algunos fracasaron rotundamente, pero otros funcionaron bien.
Descubrí que no puedo Twittear en días laborales, por el bien de mi productividad. Por eso lo estoy haciendo solo en fines de semana, hasta que encuentre la forma de integrarlo a mi rutina normal.
Fuí invitado a un evento regional de gran magnitud como un caso de éxito por actualicese.com. Me fué super-mal en la presentación debido a cuestiones técnicas (el computador se reinició y perdí 10 minutos!), y la correspondiente desconcentración que eso me generó. Quedé en deuda.
Hice una conferencia en vivo sobre Actualización Tecnológica. Buen experimento, con buena asistencia. El problema mío de siempre: iba por la mitad de la presentación y ya me había tirado 2 horas. Debo aprender a resumir.
Este documento sobre los Nuevos Formatos para Organizar Eventos me parece una joya para quienes son responsables de ellos. Y genial para mi equipo de mercadeo, que vende pauta precisamente a este nicho.
Matt Mullenweg (creador de WordPress) describe cómo trabaja. Me impresionó que usa teclado Dvorak (está loco!), no tiene ninguna cita antes de las 11am, y sólo chequea su correo pocas veces al día. Ahhh… y gracias por los tips acerca del Jazz como forma de concentración.
MaestrosDelWeb saca este artículo sobre Cómo Entrevistas en la Web. Ya lo reenvié a todo el equipo periodístico de actualicese.com.
Cuando salió la radio, se predijo que los medios impresos morirían. Y no. Los impresos se rindieron ante la inmediatez de la radio, pero se convirtieron en fuente de análisis.
Cuando salió la tele, se predijo la muerte de la radio. Pero eso no pasó: las noticias de último momento fueron compartidas entre la televisión y la radio, mientras los impresos analizaban y confirmaban.
Hasta que llegó Twitter.
Ahora, Twitter anuncia, la televisión y la radio confirman, y los impresos analizan.
Es un buen momento para que salga alguien a pronosticar hacia dónde va esta tendencia, por que yo no tengo ni idea.
La Misión es el corazón de lo que hacemos como equipo.
Las Metas son simples pasos para lograrla.
La Misión es permanente.
Las Metas, temporales, y una vez logradas, reemplazadas por otras.
El economista Lant Pritchettcomentaba la forma como la gente percibe las ideas revolucionarias:
A través del tiempo, el modelo es más o menos este: Locura ➔ Locura ➔ Locura ➔ Obvio!
El modelo más ampliado es:
Es tonto. ➔ Bueno, un poco controversial. ➔ Progresista. ➔ Obvio!
Muchas grandes ideas pasan por periodos de incomprensión y ridiculización. Lo grave es que no necesariamente son los demás quienes lo hacen… a veces nos convertimos en los principales saboteadores de nuestras ideas.
En este lugar pongo mis notas: ideas de negocio, pensamientos en borrador, pedazos de ensayos, citas a trabajos de otros y pequeños relatos (publicados y sin publicar).
Si le gusta un cuento, por favor cuénteme por algunared social; o si alguna idea de negocios le produce dinero, me debe un café. En eso soy irreductible.
23 Sep 2010
La odiosa pauta invasiva en Internet
Creo que el modelo de publicidad por Internet debe ser revaluado lo más pronto posible.
La publicidad por interrupción es costosa, y dada la naturaleza social de estos medios, no es tan efectiva dado la pequeña ventana de atención y la «ceguera selectiva a los banners».
De todas formas, hay acercamientos muy creativos.
Durante semanas he estado tentado a hacer una prueba en actualicese.com (aunque no he podido por compromisos comerciales previos): esconder toda la publicidad «de relleno» en lugares que no tengan un contrato fijo de pauta. Afuera con todos los banners. Dejar la página limpia, sólamente mostrándose la publicidad si está contratada para esa página específica.
Así, mis usuarios sólo verían publicidad relevante. Y mi apuesta es que la ceguera selectiva se eliminaría de un tajo.
Si me funciona, les cuento.