Tenemos opiniones para todo, y todo el día la pasamos opinando sobre lo divino y lo humano: sobre religión, política, farándula, música, economía y un largo etcétera. Y aunque con eso saciamos a ese pequeño tirano que muchos tenemos dentro, un tirano que busca que todos los demás piensen como nosotros (y en caso contrario a nuestro ególatra interior que busca llamar la atención yendo en contra del mundo), hay algo que tienen en común muchas de esas opiniones: o son copiadas o no han tenido ni dos minutos de reflexión. Y como con las opiniones, los que nos metemos en el cuento de los negocios sufrimos de lo mismo: vamos tomando decisiones basados en percepciones y opiniones de otros.
Un ejemplo… ¿es la devaluación buena o mala?
“muchos tenemos una opinión sobre temas complejos sin haber analizado dos minutos su real profundidad”Tweet This
Hace unos días escuché a un amigo criticar al gobierno actual por la subida en el precio del dólar, y alabar al gobierno anterior por haberlo mantenido bajo. Su tesis era que devaluar era símbolo de debilidad económica. «Interesante, pero debatible», pensé parodiando a un divertido personaje de la televisión (que ni me pregunten quien es porque no recuerdo)… al fin y al cabo, si sube el dólar sufren los importadores, pero ganan los exportadores, el turismo y la producción nacional (que reemplaza lo que se deja de importar); y si baja el dólar veremos muchos productos importados baratos(sale más barato pedir por Amazon que a Televentas), habrá más cacaos vacacionando en Miami, la industria nacional se ve urgida a innovar para sobrevivir y se incrementa el consumo y con ello la rotación de efectivo. ¿Qué es mejor? ¿La devaluación o la revaluación?. Les ruego me perdonen la simplificación tan canalla de un tema tan extenso, pero ese justamente es mi punto: muchos tenemos una opinión sobre temas complejos sin haber analizado dos minutos su real profundidad. Y deberíamos.
“La intuición sirve mucho más cuando hay información”Tweet This
En la empresa de hoy basarse únicamente en percepciones y opiniones para tomar decisiones es un peligro. La intuición sirve mucho más cuando hay información; por ello es vital evitar guiarnos por percepciones del tipo «es que a nadie le gustó el producto» o «todos creen que ese servicio debe cambiar».
Adiós a las generalizaciones
De hecho, y es una regla en mi empresa, es necesario eliminar los absolutismos en la información recogida para la toma de decisiones: «a todos», «a nadie», «todo el mundo dice» y expresiones de este tipo deberían quedar por fuera de cualquier sesión de ideas. La respuesta directa es «¿A cuántos exactamente no les gustó?», «¿Qué porcentaje del público recibió bien el producto?», «¿Cuánto se vendió en proporción a quienes recibieron información del servicio?»… esas son preguntas que abandonan el terreno de la especulación y la percepción y nos dan terreno firme para decidir.
Ahora, no se trata de irse al extremo y no usar nuestra visión y olfato para solo confiar en las cifras. Las cifras de la posible aceptación de una tableta eran muy bajas, lo cual le importó muy poco a Steve Jobs, quien terminó lanzando el iPad con un éxito monumental. Y yendo un poco más atrás, Ford (el pionero del automovilismo) dijo «si hubiera preguntado a la gente que quería, me hubieran dicho que caballos más rápidos«.
En resumen: al tomar decisiones, es preferible usar información que la intuición, la cual regularmente está sesgada por opiniones y percepciones, más que por datos.
Los bullies ganan porque atacan justo a aquellos que están por fuera del sistema: a los relegados, los renegados y a los diferentes. Por eso el sistema premia a los bullies con relevancia social, en una consecuencia inesperada de la actitud pasiva de quienes lo administran.
“la primera responsabilidad del bullying es de los educadores”Tweet This
Es por eso que la primera responsabilidad del bullying es de los educadores, porque son quienes están administrando la estructura social en la cual no cuadran las víctimas del acoso.
Quedan dos opciones: atacar el bullying o ampliar el sistema.
La primera es la elección usual: desde campañas educativas anti-bullying hasta sanciones ejemplares. El problema con esta aproximación es que debe ser un esfuerzo permanente, sin tregua, porque igual las recompensas sociales de ser el más fuerte, el que molesta a las ovejas que se alejan del redil, van a estar ahí. Cuando el ente educativo se descuide vuelven a entrar en acción las recompensas y el problema surgirá de nuevo.
“el sistema debe incluir, sin cambiarlos, a los relegados, a los renegados y a los diferentes”Tweet This
La segunda opción es más compleja: en ella, el sistema debe incluir, sin cambiarlos, a los relegados, a los renegados y a los diferentes. Que el sistema amplíe su espectro y permita que aquel que viste distinto, que no cuadra en la estructura social y en general a todos aquellos que son las potenciales víctimas se incluyan mediante su propia aceptación. Que su diferencia sea su orgullo y los demás lo sepan. Así, la recompensa social que obtenía el bully se perderá.
Obviamente la segunda opción es mil veces más difícil, pero educadores arriesgados e innovadores saben por experiencia que el camino no es la represión sino la educación.
Y en este caso quienes se deben re-educar no son los niños, sino los mismos maestros.
Ocasionalmente algunos de mis antiguos alumnos me hacen preguntas a través de mi blog que contesto a través de redes sociales o a través de este mismo espacio. La de hoy fue interesante, porque me preguntaron…
¿Qué tan importante es para actualicese.com la difusión vía redes sociales, el mercadeo vía influenciadores?
¿Cuál de las 4 P’s del Mercadeo es más importante para actualicese.com?
Lo intenté condensar en unos cortos tweets:
Aprender del "Nuevo Mercadeo" sin entender el tradicional es inocuo. Para romper las reglas primero hay que conocerlas.
Esta es una conferencia virtual de alrededor de 2 horas que sostuve por invitación de Mauricio Duque… fue un espacio muy enriquecedor e interesante, en donde hablamos de…
Perfil de nuestra comunidad
¿Cómo rentabilizamos las comunidades virtuales?
¿Cómo rentabilizamos la pauta?
¿Qué tecnología usamos para transmitir nuestros eventos?
¿Qué técnicas usamos para llegar a nuestros usuarios y tener un buen nivel de conversión?
Estuvimos en esta charla alrededor de 2 horas y media, acompañados por el Líder de Innovación & Desarrollo de actualicese.com y el Líder de Medios Publicitarios.
Twitter no es fácil de entender para las empresas. Su utilidad es todo menos obvia para su uso por fuera de la lúdica, la diversión y la socialización. Pero funciona. Aquí hablaré del caso de actualicese.com y su estrategia en Twitter, que puede ser copiada por cualquier profesional que desee vender sus servicios en Internet.
“usar Twitter es parecido a montar en bicicleta: por toda la teoría que uno lea, sólo al estar encima de ella y darse un par de porrazos uno sabrá en qué consiste su gracia”Tweet This
Esta nueva red social confunde por su simplicidad: sólo son pedazos de textos en un máximo de 140 caracteres, libres para el mundo. Y usar Twitter es parecido a montar en bicicleta: por toda la teoría que uno lea, sólo al estar encima de ella y darse un par de porrazos uno sabrá en qué consiste su gracia.
Por ello no entraré en detalles acerca de su funcionamiento, y lo voy a hacer desde mis tres experiencias: Twitter para uso personal, para la venta de servicios y para uso corporativo, como lo es actualicese.com.
En mi Seminario en Mercadeo de Servicios Profesionales una parte importante la tiene la explicación de la Marca Personal como un elemento que le dará autenticidad y valor a nuestra oferta de servicios.
Y es que vender servicios profesionales no es fácil. Hay factores imponderables que hacen que el valor de nuestra oferta sea comparada con factores por fuera de nuestro alcance: si vamos a vender un servicio contable, por ejemplo, difícilmente podremos superar sin escollos el asunto de las tarifas, dado que las variables exógenas que inciden sobre estas superan muchas veces las fortalezas endógenas del valor agregado que queremos entregar: una cosa es saber lo que se tiene, otra cosa es saber cómo ofertar.
“es un «aura» alrededor de nuestro nombre que habilita oportunidades comerciales”Tweet This
Para dejar a un lado estos factores de difícil control, la única solución es que desarrollemos una Marca Personal, que es un «aura» alrededor de nuestro nombre que habilita oportunidades comerciales seria y contundentemente.
Tom Peters (quien acuñó el término) la define así:
“La marca personal enlaza tus pasiones, tus atributos clave y tus fortalezas con una proposición de valor, dejando claro lo que te diferencia de los demás.”
Sin autenticidad no hay marca
“La Marca Personal es un reflejo de nuestra personalidad, no un maquillaje”Tweet This
Ojo con la definición de Peters: la Marca Personal no deja espacio a que digamos poseer de virtudes que no tenemos. La Marca Personal es un reflejo de nuestra personalidad, no un maquillaje. Es claro que un componente primordial es la pasión que sintamos sobre el servicio que desarrollamos, y con sólo este componente podemos eliminar de tajo cualquier intención que podamos tener de «hacer de cuenta» que nos gusta algo que no. Si no amamos lo que hacemos, difícilmente podremos reflejar pasión. Si no amamos lo que hacemos, no podremos exhibir fortalezas, dado que esta es la única forma de encontrar motivación para mantenernos actualizados, buscando y curioseando más que nuestros colegas en los temas de los cuales esperamos lucrarnos; sin cariño por lo que hacemos, no es viable pensar que lograremos diferenciarnos y superar en valor percibido a competidores altamente motivados y seguramente competentes.
La Marca Personal trasciende incluso nuestra intenciones: el Dalai Lama no se levantó una mañana y pensó «quiero verme como un ser humano íntegro y profundo». Simplemente ES íntegro y profundo, lo refleja, y su reputación lo precede. Y es tan cierto en lo bueno como en lo malo: difícilmente «Il Cavalieri» Berlusconi logrará deshacerse de su imagen de mujeriego y de dudosa moral. Los primos Nule, famosos en Colombia por su escándalo de corrupción, muy posiblemente jamás lograrán desmarcarse de la corrupción.
El código que nos define
Clotaire Rapaille, investigador en neurociencia aplicada al mercadeo, descubrió en su libro «El Código Cultural» que las marcas son un etiquetado natural en nuestro cerebro que viene inserto en nuestra cultura. Es interesante, por ejemplo, como los códigos culturales, que varían de nación a nación y etnia a etnia, se preservan en conceptos específicos: por ejemplo, el código para Médico es HEROE. En nuestro inconsciente personal y colectivo, Rapaille descubrió que relacionamos estos dos conceptos en nuestro cerebro sin siquiera meditarlo. Por ejemplo, el código para enfermera, es MADRE.
Esto es relevante para la Marca Personal en cuanto a que los códigos nos muestran las cosas que los consumidores sienten, no lo que “dicen” que quieren.
“la Marca Personal es lo que nuestros clientes «sienten» alrededor de nuestro nombre.”Tweet This
Y la Marca Personal es lo que nuestros clientes «sienten» alrededor de nuestro nombre. Con esa información inconsciente, no hay necesidad de hacer esfuerzos mayores para justificar un mayor valor en nuestra oferta de servicios: nuestro cliente aceptará de buena gana que el precio pueda ser más elevado, dado que está recibiendo un intangible que le agregará un valor que se traducirá en tranquilidad y confianza. Ese intangible es la Marca Personal.
¿Cómo potenciar la Marca Personal?
En mi charla hablo de ello y dos varias pautas: en primer lugar, evaluar nuestra marca actual. Muy posiblemente no tengamos idea de dónde empezar, por lo que es muy útil hacer un breve sondeo mental sobre las virtudes por las cuales pensamos que somos reconocidos, para confrontarlas después con aquellas por las cuales queremos ser reconocidos.
“Este ejercicio le dará sentido de propósito y pertenencia a un valor fundamental”Tweet This
Este ejercicio corto nos va a dar luces para el siguiente paso: crear una frase que defina nuestra Marca Personal. Pero no se preocupe: no es que usted va a ir por ahí anunciándose con un megáfono usando dicha frase, ni va a enchapar sus tarjetas de presentación con ella. Este ejercicio le dará sentido de propósito y pertenencia a un valor fundamental (honestidad, excelencia, calidad, lealtad… nombre el que quiera). Y ese es un excelente inicio… ya después viene el proceso de exposición de dicha Marca Personal, pero eso ya es un trabajo más operativo que cualquier cosa.
En la conferencia que puede ver a continuación están algunos de estos puntos, y varios más que voy enumerando…
Este es el borrador de un cuadro que estoy preparando para una conferencia en actualicese.com, y al hacer el análisis de qué tipo de medio encaja en cada sector de este cuadrante, encontré que adolecemos de una tecnología que brinde profundidad + inmediatez.
“Esto es lo que creo: no existirá nunca un medio en el punto rojo”Tweet This
Esto es lo que creo: no existirá nunca un medio en el punto rojo. Las reacciones humanas son viscerales por naturaleza, y la forma como funciona nuestro cerebro nos hace responder primero ante la información y después analizar y sustentar. Creo que en el cuadrante superior derecho podrá haber genios que respondan a un evento rápida y certeramente, pero serán la excepción, no la regla.
Si Twitter está en la esquina izquierda de arriba y The Economist en la esquina inferior derecha, para encontrar información que realmente nos sirva dependiendo del tiempo y el contexto, necesitaremos movernos por la diagonal que se pueda trazar.
Ojalá alguien me pueda contar si existe un medio en el punto rojo de la gráfica, porque honestamente, no lo conozco.
Es de todos los días ver a twitteros (¿así se escribe?) exponiendo sus puntos de vista respecto a temas políticos, económicos, de farándula y de un largo etcétera; al fin y al cabo, esa es una de las virtudes de esta red social: podemos condensar nuestro pensamiento y exponerlo sin filtro. Es natural, también por la naturaleza social de esta red, que haya desacuerdos, que en algunos casos (cada vez más frecuentes) terminan siendo largas exposiciones de motivos que finalizan con un insulto o una invocación a Hitler (por la Ley de Goodwin …. ¿recuerdan?).
Creo que antagonizar en 140 caracteres no es fácil ni es práctico, por lo que lo primero que deberíamos hacer es llevar la discusión a otro medio. Cuando hay un postulado que quiero defender y que recibe críticas, escribo una exposición con más de 140 caracteres en mi página de Facebook o usando TwittLonger (hay 10.000 servicios parecidos a ese, así que use el que desee).
“140 caracteres no son suficientes para exponer bien un argumento”Tweet This
La razón es simple: los140 caracteres no son suficientes para exponer bien un argumento, que seguramente tendrá ramificaciones y sustentaciones que escapan la inmediatez y volatilidad de un trino («¿no viste que escribí sobre eso la semana pasada?», «no voy a repetir eso, que ya lo he dicho mil veces», etc ).
– No use metáforas. Cosas como «eso que dices es como si estuviera escuchando música en mi casa un viernes en la noche y pusiera a todo volumen el radio de mi cuarto sin importar lo que los vecinos piensen». Redúzcalo a un simple : «eso es egoista».
– No cite a Aristóteles. Ni a Platón. ¿Alguna vez ha visto a alguien cambiar de opinión porque un clásico antiguo pensaba distinto? «Eso tiene otro contexto», será la respuesta obvia, y tendría razón.
– El que insulta primero pierde. No se deje llevar por el insulto. Además, es una buena forma de acabar con la conversación: «veo que esta discusión no puede continuar en términos elegantes, así que aquí la finalizo. Gracias por su tiempo».
– No haga preguntas retóricas: no diga «¿No crees que lo que dices es hipócrita después de lo que has dicho la última semana?»… diga «Después de lo que dijiste esta semana, eso es hipócrita». Convertir una pregunta en una afirmación es una buena forma de ir despejando el camino de la discusión hacia un final constructivo (obvio, si es lo que queremos).
– No deje que le hagan preguntas retóricas: la defensa es «Estoy atento a tus argumentos; no hay necesidad de que me preguntes si apruebo cada cosa que dices».
– No use metáforas, no cite a Aristóteles, no involucre a Hitler, no pregunte ni deje que le hagan preguntas retóricas… ¿ya lo dije?
“No creo que el objetivo de un ejercicio dialéctico tan interesante como la discusión en línea deba enmarcarse en la victoria de convencer al oponente”Tweet This
Estas son algunas reglas para poder tener discusiones constructivas, pero que no garantizan un final feliz. Los opinadores recalcitrantes difícilmente dejarán de usar cualquier oportunidad que tengan para defender sus puntos si realmente no quieren escuchar al otro. En ese caso, es preferible retroceder y decir «creo que llegamos al punto en donde podemos estar de acuerdo en que estamos en desacuerdo. Ha sido un rato agradable, gracias.» No creo que el objetivo de un ejercicio dialéctico tan interesante como la discusión en línea deba enmarcarse en la victoria de convencer al oponente… por eso es importante saber cuándo terminarla en términos cordiales.
Ya lo dijo Rusell (si, yo sé que no debería citar a autores, pero esto no es una discusión en línea, ¿o si?):
[quote]Cuando alguien trata de convencerme de algo, me está insultando. [/quote]
Por eso el ejercicio del disenso no debería requerir que alguien gane, sino el goce de la discusión inteligente. Al fin y al cabo…
[quote]Al ganador nunca se le pregunta si era el poseedor de la verdad.[/quote]
Para quienes hemos visto con preocupación la forma errática como los gobiernos y algunas industrias (la musical es la más prominente) manejan el tema de los derechos de autor, fue una bocanada de aire fresco este ensayo de Piotr Czerski.
En él, Czerski captura el espíritu de las nuevas generaciones, la forma como ven Internet.
Algunos apartes:
Internet no es para nosotros algo externo a la realidad, sino una parte de ella: Una capa invisible, pero constante, entrelazada con el ambiente físico. Nosotros no usamos internet, nosotros vivimos en internet y junto a ella. (cita)
Habiendo crecido en internet, pensamos distinto. La habilidad de encontrar información es algo básico para nosotros, como lo es para vos la habilidad de encontrar una estación de tren o una oficina de correos en una cuidad que no conocés. (cita)
Para nosotros, internet es como una memoria externa compartida. No tenemos la necesidad de recordar detalles innecesarios (cita)
Estamos dispuestos a pagar más, pero esperamos recibir un valor agregado: un empaquetado interesante, un gadget, una calidad mayor, la posibilidad de mirarlo aquí y ahora, sin la necesidad de esperar a que el archivo se termine de descargar. (cita)
Nuestra visión de la estructura social es diferente de la tuya: La sociedad es una red, no una jerarquia. Estamos acostumbrados a poder iniciar una conversacion con cualquiera, sea un profesor o una estrella pop, y no necesitamos ninguna calificación especial asociada a nuestro status social. El éxito de la interacción depende solamente de si el contenido de nuestro mensaje sera considerado importante y digno de una respuesta. (cita)
Lo que valoramos más es la libertad: libertad de expresión, libertad de acceso a la información y a la cultura. (cita)
La historia la escriben los ganadores, pero los detalles son escritos por los que la viven. Hoy en día los acontecimientos están siendo documentados en formato multimedia, y están alojados en la nube. Cualquier detalle oculto tiene muchas probabilidades de salir a la luz tarde o temprano: si algo sucedió, es muy posible que alguien tenga una foto, o un relato, o un tweet.
Punto a tener en cuenta en cuanto a la transparencia y prudencia de los entes a quienes es exigible. Y punto a favor para las revoluciones.
Segunda: la lectura en árabe
La primavera árabe ha recibido un impulso fundamental de parte de las redes sociales. Esto ha impulsado la lectura en países en donde esta práctica no es muy usual, lo cual generará consecuencias en el largo plazo.
Esta nadie la vio venir. Y menos los regímenes absolutistas.
Tercero: la pereza en generadores de contenido
Las emisoras radiales son el mejor ejemplo: quienes antes generaban opinión, editorializaban la información y creaban espacios moderados de discusión aportante ahora sucumbieron a hacer de sus contenidos simples cajas de resonancia de los medios sociales.
La interacción es importante, pero en su justa medida. También queremos líderes, queremos opinión, queremos información para formarnos puntos de vista.
Entender mal esta teoría ha llevado a muchos a autonombrarse “Social Media Experts” por el sólo hecho de pasar mucho tiempo en las redes sociales, lo cual es más o menos como solicitar el diploma de médico por pasar mucho tiempo en el hospital.
Nos puede servir de consuelo que la proliferación de este nuevo tipo de profesionales de la red no se da únicamente en estas latitudes: en la India ya son un verdadero problema.
Lo que pienso al respecto:
Los SME perderán espacio frente a una versión evolucionada de quienes son profesionales en las comunicaciones… las empresas encontrarán que sólo aquellos formados en teorías de la comunicación y tengan consciencia de las dinámicas de las epidemias sociales tienen el conocimiento y la capacidad suficiente para generar estrategias que sirvan de algo en los nuevos medios.
No nos vamos a poner de acuerdo sobre el futuro del Social Media mientras no haya una verdadera definición: debemos ponernos de acuerdo sobre los conceptos básicos. ¿Estamos hablando de una moda? ¿De una herramienta tecnológica? ¿Un nuevo sistema de valores? ¿Un sistema de comunicación por interrupción aunque asíncrono? ¿Todas las anteriores?
Se perderán pronto los límites entre conceptos separados que ahora definen las estrategias que se trazan en Social Media: movilidad, sincronía, digital delivery, social, customized experiencia, etcétera. Esto ya no será importante cuando se planteen estrategias: lo importante será el resultado (en estos días es más importante “tener presencia” que “generar resultados medibles”… es entendible por la novedad, pero eso no durará mucho).
Nos convertiremos en agnósticos-tecnológicos. Las plataformas dejarán de ser importantes, incluso los medios. Hoy es Twitter y Facebook, mañana tal vez no. No son los medios específicos, sino cómo la gente interactúa, y nos mudaremos a donde sea más fácil comunicarnos.
Creo, finalmente, que así pasemos 100.000 horas pegados de Twitter, entender la forma cómo la gente la usa no será posible en el mediano plazo. Aún estamos en pañales, chicos.
Barbara Reynolds fue la responsable de la divulgación y comunicaciones del CDC (Centro para el Control de las Enfermedades), en donde manejaba las crisis en casos de pandemias, infecciones y terrorismo biológico.
Creo que no hay alguien con más autoridad para hablar de manejo de crisis…
Me pareció muy útil esta presentación de Gaurav Mishra sobre «Comunicación en Tiempos de Crisis vía Social Media», en donde delinea los ciclos de vida de la información en Internet en cuatro estadíos:
Noticias de Última Hora
Contexto
Análisis
Archivo
En su exposición, Mishra incluye varios casos de estudio: los ataques en Bombai, el derramamiento de Petróleo en el Golfo de México, el caso Dell y Greenpeace.
Además, propone un plan para salir de las crisis…
Detección temprana de tendencias adversas y señales de crisis
Elaboración de un Heat-Map (Mapa de Calor) del flujo de eventos
Darle forma a la narrativa y dialéctica con la cual se enfrentará a los medios
Volver relevantes los resultados en las búsquedas de medios sociales las posiciones oficiales de la empresa
Planear los distintos escenarios de crisis futuras
Hay días en que es preferible que otros piensen por uno. Y que lo sorprendan.
Para la muestra, cinco botones…
1. La capacidad de innovación de la industria editorial
A diferencia de la industria musical y del cine que se gastan todo el presupuesto de la innovación en buscar piratas, la industria editorial ha entendido que la tecnología es el medio para llegar a su público y regar la voz sobre sus novedades más fácilmente.
Dos notas que demuestran que sus movimientos han permeado otras mentes innovadoras:
Los fabricantes de estanterías de libros cambiarán sus diseños (aunque el artículo es un poco nostálgico del libro en papel, los datos que muestra dejan clara la tendencia innovadora). http://www.economist.com/node/21528611
Por ejemplo, pensamos que los militares son de derecha, los contadores son aburridos o que los recaudadores de impuestos son enemigos de la clase media. Me encantó ver esta forma distinta de ver el mundo.
3. Lo rápido que puede envejecer un libro sobre Social Media
Este libro fue escrito en 2009, pero al leerlo sentí que era de mil ochocientos algo… sus referencias eran viejas, e incluso dice que “Facebook sería el 6o. país en el mundo por número de personas”. Ya sería el tercero.
Creo que nunca escribiré un libro sobre Social Media.
4. El inglés es el idioma más eficiente para consumir información
Esto es súper interesante: investigadores de la Universidad de Lyon estudiaron varios idiomas en términos de la “densidad de información contenida en una sílaba”. Las variables de estudio fueron arbitrarias (por ejemplo, el idioma de referencia fue el vietnamita), pero las conclusiones demostraron consistencia estadística.
Pues resulta que el inglés tiene la densidad más alta: 0,91. El español fue uno de los que menos densidad tenía, con 0,63. El perdedor absoluto, el japonés: 0,49.
Palabras más palabras menos, es más eficiente decir algo en inglés que en español o japonés.
Últimamente el asunto de la seguridad en la red nos tiene paranoicos. La parte más interesante es que nosotros mismos somos quienes se la ponemos fácil a los delincuentes informáticos al escoger contraseñas inseguras.
Este es un muy corto tutorial que utiliza una técnica muy simple para crear contraseñas prácticamente imposibles de hackear por medios informáticos… cualquier sugerencia, le agradezco me la ponga en los comentarios.
Esto es un poco técnico: regularmente se debe incluir un archivo en cada website para que sea encontrado por los motores de búsqueda. Su nombre es robots.txt.
Pues bien, hay una iniciativa para incluir un archivo llamado humans.txt para saber qué seres humanos hay detrás de cada website. Google y Flicrk ya tienen el suyo.
Pues no me podía quedar atrás: aquí está mi humans.txt.
«Ahora mi concentración empieza a disiparse después de una página o dos. La lectura profunda que solía venir naturalmente se ha convertido en un esfuerzo».
Nicholas Carr
Autor de The Shalllows…
«Ya no puedo leer Guerra y Paz. Incluso un artículo de más de 3 o 4 párrafos es demasiado para absorber»
Bruce Freidman
Patólogo – Facultad de Medicina
Universidad de Michigan
«Ya no leo mucho. Acorto. Hago scrolling. Tengo muy poca paciencia para los argumentos largos, trabajados, matizados»
Phillip Davis
PHD en Comunicación
Universidad de Cornell
«Sentarse a leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. Cuando aprendes a usar Google, los libros son superfluos»
Joe O’Shea
Beneficiario de la Beca Rhodes, 2008
Diplomado en Filosofía
«Ya no puedo conseguir que mis alumnos lean libros enteros»
Katherine Hayles
Profesora de Literatura Inglesa de la Universidad de Cornell
(refiriéndose a sus alumnos de… ¡literatura!)
Si llegó a leer hasta aquí, estimado lector, quiere decir que no es ninguno de los anteriores. Pero le tengo malas noticias… esto es lo que afirma Carr, autor del libro mencionado arriba:
«Para algunas personas, la mera idea de leer un libro se ha vuelto anticuada, incluso algo tonta – como coser tus propias camisas o descuartizar una vaca. Y no son pocos».
La sola idea de que en 30 años vayamos a ser liderados y posiblemente gobernados por personas que no han leído un libro en su vida me causa curiosidad.
En este lugar pongo mis notas: ideas de negocio, pensamientos en borrador, pedazos de ensayos, citas a trabajos de otros y pequeños relatos (publicados y sin publicar).
Si le gusta un cuento, por favor cuénteme por algunared social; o si alguna idea de negocios le produce dinero, me debe un café. En eso soy irreductible.
20 Mar 2015
Cuando la información es mejor que la intuición
Tenemos opiniones para todo, y todo el día la pasamos opinando sobre lo divino y lo humano: sobre religión, política, farándula, música, economía y un largo etcétera. Y aunque con eso saciamos a ese pequeño tirano que muchos tenemos dentro, un tirano que busca que todos los demás piensen como nosotros (y en caso contrario a nuestro ególatra interior que busca llamar la atención yendo en contra del mundo), hay algo que tienen en común muchas de esas opiniones: o son copiadas o no han tenido ni dos minutos de reflexión. Y como con las opiniones, los que nos metemos en el cuento de los negocios sufrimos de lo mismo: vamos tomando decisiones basados en percepciones y opiniones de otros.
Un ejemplo… ¿es la devaluación buena o mala?
Hace unos días escuché a un amigo criticar al gobierno actual por la subida en el precio del dólar, y alabar al gobierno anterior por haberlo mantenido bajo. Su tesis era que devaluar era símbolo de debilidad económica. «Interesante, pero debatible», pensé parodiando a un divertido personaje de la televisión (que ni me pregunten quien es porque no recuerdo)… al fin y al cabo, si sube el dólar sufren los importadores, pero ganan los exportadores, el turismo y la producción nacional (que reemplaza lo que se deja de importar); y si baja el dólar veremos muchos productos importados baratos(sale más barato pedir por Amazon que a Televentas), habrá más cacaos vacacionando en Miami, la industria nacional se ve urgida a innovar para sobrevivir y se incrementa el consumo y con ello la rotación de efectivo. ¿Qué es mejor? ¿La devaluación o la revaluación?. Les ruego me perdonen la simplificación tan canalla de un tema tan extenso, pero ese justamente es mi punto: muchos tenemos una opinión sobre temas complejos sin haber analizado dos minutos su real profundidad. Y deberíamos.
En la empresa de hoy basarse únicamente en percepciones y opiniones para tomar decisiones es un peligro. La intuición sirve mucho más cuando hay información; por ello es vital evitar guiarnos por percepciones del tipo «es que a nadie le gustó el producto» o «todos creen que ese servicio debe cambiar».
Adiós a las generalizaciones
De hecho, y es una regla en mi empresa, es necesario eliminar los absolutismos en la información recogida para la toma de decisiones: «a todos», «a nadie», «todo el mundo dice» y expresiones de este tipo deberían quedar por fuera de cualquier sesión de ideas. La respuesta directa es «¿A cuántos exactamente no les gustó?», «¿Qué porcentaje del público recibió bien el producto?», «¿Cuánto se vendió en proporción a quienes recibieron información del servicio?»… esas son preguntas que abandonan el terreno de la especulación y la percepción y nos dan terreno firme para decidir.
Ahora, no se trata de irse al extremo y no usar nuestra visión y olfato para solo confiar en las cifras. Las cifras de la posible aceptación de una tableta eran muy bajas, lo cual le importó muy poco a Steve Jobs, quien terminó lanzando el iPad con un éxito monumental. Y yendo un poco más atrás, Ford (el pionero del automovilismo) dijo «si hubiera preguntado a la gente que quería, me hubieran dicho que caballos más rápidos«.
En resumen: al tomar decisiones, es preferible usar información que la intuición, la cual regularmente está sesgada por opiniones y percepciones, más que por datos.