22 Mar 2021
Kintsugi
Empezó dejando de diluir en ungüentos sus cicatrices: decidió hacerlas más visibles como testimonio de aceptación a su imperfección y exclamación de orgullo por sanarlas.
Como los antiguos artesanos japoneses que reparaban las fracturas de la cerámica rellenándolas con oro, se ocupó por semanas y meses en reparar las huellas de sus propias heridas rellenando las grietas con resina dorada, como la savia amarilla que brota de los árboles.
Las marcas de tropezones de su niñez y adolescencia sanaron bajo el recubrimiento ámbar. Herida a herida, reparación a reparación, una joya sucedió a la porcelana.
En poco tiempo, su arte de resiliencia y poder tomó el camino de la perfección. al dejar de ocuparse en las fracturas externas y dedicarse a las internas: ahora, cada decepción y pesar trazaba un surco relleno de brillo nacarado en las paredes ventriculares.
Su corazón ahora es arte que late.
Notas:
- Kintsugi es una técnica japonesa usada para arreglar las fracturas de la cerámica mediante la resina mezclada con oro. Las roturas hacen parte de la historia del objeto, y no se deben esconder. Este es un cuento sobre la reparación.

- Resulta que también existe el Kaketsugi, la reparación invisible de tejidos.
6 May 2025
Megido
Joaquim nació ahí, en Megido, unos días antes de que Nacao II hiciera matar al rey Josías. Su cuerpo fue encontrado en el estrato IV de las excavaciones que veintitrés siglos después determinarían que debajo de él había decenas de Megidos destruidos. Eran ruinas de casas construidas sobre casas que reposaban sobre más casas.
Cuidó de los caballos en el establo de tres naves que le fue confiado por el ejército ganador; por años vio pasar comerciantes, ejércitos y espectros de filisteos y egipcios que debían decidir, ahí en Megido, si seguían su camino hacia Cafarnaún o Sidón.
Joaquim fue el último que murió ahí, sin familia, sin vecinos y con solo dos caballos que alguien había dejado abandonados.
Murió de la impresión cuando el fantasma del futuro discípulo Juan le advirtió que algunos milenios después, ahí, en Megido, se reunirían los ejércitos para dar la batalla del fin de los tiempos.
Ahí, en Har Megiddon, que algún romano re-bautizaría como Armagedón.
Notas & fuentes: